Un recorrido por el conflicto en la empresa Lácteos Vidal: ¿Qué intereses están en juego?
Tras dos meses de paro y medidas de fuerza, la firma despidió a 29 trabajadores. Compañía, Sindicato, Justicia y políticos en pugna
El 11 de agosto pasado en la pequeña localidad Moctezuma, partido bonaerense de Carlos Casares, trabajadores nucleados en la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) y delegados del sindicato comenzaron un paro y acampe en las puertas de la empresa Lácteos Vidal para reclamar la recategorización de un grupo de empleados.
Por su parte, las autoridades de la empresa señalaron que no negociarían la recategorización de trabajadores hasta tanto no se levantara el bloque de la compañía. La medida de fuerza se extendió así una semana, dos y así hasta llegar a los dos meses (y contando).
Durante todo ese tiempo, la compañía trabajó -y lo sigue haciendo- por debajo de la mitad de la capacidad productiva en sus dos plantas. Finalmente, sin éxito en las negociaciones, la empresa Lácteos Vidal decidió despedir a los 29 trabajadores que mantenían las protestas fuera de las instalaciones; tres de ellos, delegados del gremio.
El director técnico y apoderado de Lácteos Vidal, Arturo Díaz, justificó los despidos y sostuvo que “la situación seguía difícil". “Se estaba tornando demasiado larga e insostenible y, lamentablemente, uno quiere seguir trabajando y mantener los puestos de trabajo y tiene opciones muy limitadas”, explicó en declaraciones a Continental Agro.
El conflicto en el pequeño pueblo del interior bonaerense escaló de tal manera, que llegó a ser un tema en el debate político nacional. Este viernes, el propio ex presidente Mauricio Macri se expresó al respecto y defendió el despido de los trabajadores: “Solidaridad con Lácteos Vidal, PyME víctima de aprietes gremiales que ponen en riesgo los puestos de trabajo de aquellos que sí quieren trabajar”.
“Están haciendo un esfuerzo enorme por no fundirse y cerrar. Los acompaño y apoyo frente a las medidas extorsivas. Ya van a terminar”, añadió tajante.
El diputado nacional del PRO, Cristian Ritondo, defendió “el derecho a despedir a quienes bloquean una empresa durante 60 días”.
“Es imposible que continúen así. La van a llevar a la quiebra por un sistema roto que protege a los mafiosos y castiga a los que laburan y producen”, añadió.
En el mismo sentido se expresó su par Alejandro Finocchiaro: “Lo que sucede con Lácteos Vidal es parte de la degradación argentina. Una empresa que da trabajo y produce riquezas es atacada por mafiosos que la quieren llevar a la quiebra. Defenderla es defender la producción y el desarrollo”.
Pero la intervención del PRO en el conflicto antecede a las declaraciones de estos últimos días. Durante los dos meses de conflicto, hubo paros, dictado de conciliación obligatoria, vencimiento de la misma y el regreso a las medidas de fuerza. En ese marco, el pasado miércoles 17 se llevó a cabo una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación entre los representantes de Atilra, el gremio de los trabajadores de la industria lechera, y por la empresa uno de sus abogados.
Sin embargo, antes de comenzar la reunión, el letrado informó que él no tenía mandato de la para negociar en este conflicto y que en cambio sería reemplazado por colegas del Movimiento Empresarial Antibloqueo, espacio creado por Florencia Arietto y bendecido por Patricia Bullrich en 2020 durante un conflicto entre la empresa Razzini Materiales, de Rosario, y el sindicato de Camioneros.
Ante el pedido del abogado de Lácteos Vidal, el funcionario de la cartera laboral le pidió que identificara a quien lo reemplazaría, que carácter jurídico revestía ese movimiento que asumiría el rol de negociador por la empresa, y que dejara constancia en actas de esas circunstancias. El letrado pidió permiso para consultar si eso era posible, se retiró para hacer la supuesta consulta, .y nunca volvió a la audiencia.
Una semana después, la compañía despidió a los 29 trabajadores que llevaban adelante la protesta gremial. Desde Atilra advirtieron que la decisión de la empresa no da por finalizado el conflicto.
El gremio apela a una medida cautelar dictada en las últimas horas por el Juzgado Nacional de Primera Instancia del Trabajo N°69 que prohibió los despidos de los trabajadores en huelga.
“Nosotros ya habíamos mandado las cartas documento, antes de recibir la notificación. Pero es lamentable, porque el juez solo escuchó una parte, la de Atilra. Esto es una sentencia, nos están sentenciando a cerrar”, dijo Alejandra Bada Vázquez, la dueña de la empresa, en diálogo con La Nación. “La relación laboral está rota”, alegó.
Finalmente, la Justicia laboral también ordenó que cese la contratación de nuevos empleados para reemplazar a los despedidos. De esta manera, lejos de finalizar, el conflicto se agrave y sigue sumando voces de un lado y del otro.