Bonaerenses por el mundo Transitando la historia de Varsovia
Por Pablo Parrello de Arrecifes
Qué frio! Es lo primero que decís cuando se llega en invierno a este país llamado Polonia. Varsovia, "Warszawa" en polaco, es la capital de Polonia donde vivo actualmente. Ciudad donde ocurrieron hechos tristes y anti-humanos con el paso de la II Guerra Mundial, lo cual se ve reflejado en el aspecto físico y social de este país.
Todo es diferente y opuesto a nuestra cultura en todos los aspectos. El idioma es muy difícil, solamente comprenderás "shsbs shubshu"; es uno de los idiomas más difíciles del mundo. Lo primero que ves son los ojos de las personas, en su mayoría son azules, grises, verdes, son hermosos. El color de piel blanca, pelos claros, se comprende por la ausencia del sol durante el invierno y otoño, son semanas y semanas que puedes pasar sin ver el sol, que afecta en el estado de ánimo de las personas y su vida cotidiana.
Son distantes, cada cual a lo suyo, aunque levantan la mirada con disimulo si te ven de diferente país. Caminan desde sus casas a las estaciones de trenes como si aun estuvieran desfilando al campo de concentración; en el camino encontrarás un borracho, dos... bebiendo cervezas calientes. La distancia entre ellos y la soledad del invierno les lleva a beber mucho alcohol.
En los encuentros de comidas beben chupitos de vodka, comen mucho; deben alimentar su gran cuerpo, son altos, robustos y en su mayoría con barrigas. Sus comidas típicas son los pepinos fermentados en agua con sal, repollo fermentado con sal y una especie de empanada pequeña rellena con repollo. La base de sus comidas están realizadas con mucha manteca de cerdo, grasas, la cual ayuda a que no tengan frio durante los -10 º,- 15º que hacen en invierno; tanto frio que los patos patinan en los congelados lagos artificiales.
Cada rincón del paisaje queda cubierto de nieve excepto los cuervos que encontrarás a cada paso por donde camines. En la mesa familiar y donde vayas existe el respeto y la distancia, se educa desde pequeño a decir "Pan o Pani" (Señor/a o Señorita) a una persona mayor o no conocida. Aquí no existe la amistad, difícil tener amigos. En cada casa debes quitarte tus zapatillas, es una obligación y costumbre; por lo cual nunca vayas con agujeros en las medias, menos en día de Navidad donde todos visten elegantes compartiendo una oblea o pan blanco deseándote buenos augurios.
Sus casas son de techo y diseño cuadrados siempre de un piso o dos y los edificios de la era del comunismo son altos, destacándose entre los edificios nuevos y bajos construidos después del comunismo, todos bien pintados y de diversos colores tapando las heridas de la represión comunista.
Caminando por la ciudad antigua "Stare Miasto", encontrarás imágenes de Varsovia después de la guerra, no pasó un tractor con su arado, sino que las bombas alemanas araron la ciudad completa. Cada lugar que recorres por la ciudad es especial y vas conociendo todo lo que sucedió, sentirás escalofríos al ver muros con agujeros, imaginación al pasar por el Gueto de Varsovia o tristeza y dolor al ver las prisiones con habitaciones donde apilaban a los niños muertos, o tal vez valorarás lo que tienes al llegar hasta el Rio Vístula donde los polacos cruzaban con sus pertenencias durante el avance alemán.
La mirada se te cae al suelo, pero es peor. Verás alcantarillas donde la gente se escondía por días, semanas, y los alemanes sobre la superficie buscándolos y arrojándoles granadas. Cada lugar que recorres por la ciudad te detienes a mirar y piensas lo cruel y difícil que fue para ellos; y sí, le despojaron todo, hasta sus almas. Pero ellos son personas muy fuertes y se unen para progresar por su país. Volvieron a levantar ladrillo por ladrillo hasta tener lo que tienen hoy, una gran capital europea, la cual puedes caminar sin miedo a que te roben , te sentirás seguro vayas donde vayas.
La atraviesan redes de tranvías, autobuses y trenes, la comunicación de transporte es perfecta, aunque en horarios de trabajo vas como sardina y acalorado, es señal que el verano está reflejado en sus caras sonrientes. El verano es una primavera nuestra y los pájaros de colores se posan en cada bandera polaca y escudo que se encuentran en los rincones de la ciudad como símbolo de patriotismo. Aquí encontrarás trabajo, educación, cultura, amor, tomarás lo positivo y negativo de ambas culturas, sabrás que vienes de un país muy rico en el que tenemos todo, pero no lo valoramos, y sobre todas las cosas, encontraras darle valor a tu vida.