Durante el ataque que sufrió ayer el fiscal Fernando Cartasegna en su oficina en el Ministerio Público Fiscal de La Plata, uno de los agresores habría obligado al titular de la UFI N°4 a realizar un "último" llamado a una persona de su entorno "para decir sus palabras finales y despedirse".
 
Según informaron fuentes vinculadas al caso, el fiscal se comunicó con la ayudante fiscal de la UFI N° 9, Brenda Ponce, quien por las características del llamado "se dio cuenta que algo raro pasaba" y alertó a la fiscal Ana Medina quien concurrió inmediatamente al lugar del ataque.
 
Si bien el Procurador Julio Conte Grand afirmó ayer públicamente que el despacho de Cartasegna estaba cerrado desde adentro al momento de la agresión, desde el Ministerio Público afirmaron que la oficina, ubicada a mitad de cuadra de la calle 56 entre 7 y 8, "no tiene llave".
 
Siguiendo las declaraciones de Conte Grand, los agresores debieron retirarse por la ventana del primer piso hacia un playón sobre calle 56 con un portón de rejas que ayer estaba bajo llave- para luego salir por el lado opuesto de la manzana, pasando por la guardia de seguridad de calle 57 7 y 8.