El arte tiene una dimensión única, infinita y este es un misterio, es algo maravillosamente indefinible, está mas allá de nuestra ciencia  y comprensión, de nuestra verdad intelectual y física. Pues entonces será hasta donde mi ser y mis fuerzas, mis facultades y mi capacidad intelectual digan finalmente basta

 Emilio Pettoruti nació el 1 de octubre de 1892 en La Plata. Hijo de inmigrantes italianos, tenía desde pequeño el interés en la pintura, aprendía en una academia de su ciudad natal y se inspiraba pintando en el parque de su barrio.

A los 20  años le otorgan una beca para estudiar en Europa y viaja a Italia. Allí comenzó un camino de trabajo constante, estimulado por todo aquello que ese país le ofrecería.

Luego tomó contacto con la vanguardia artística italiana, literatos, intelectuales, y el ya famoso Marinetti, autor del Futurismo. Todo sumaba la influencia que desataría el arte al que supo dar forma.

Apasionado, constante, libre, autodidacta, Pettoruti se gana un lugar  en Europa donde realiza varias exposiciones en Italia y Alemania.

Diez años después, le gana la nostalgia y vuelve a Argentina con su historia y su arte para ser contado.

En  Buenos Aires, recibe el apoyo de su gran amigo Xul Solar, de la Revista Martin Fierro, de Jorge Luis Borges y sin embargo su muestra en el Salón Witcomb, fue un verdadero escándalo. El público no estaba preparado para entender esta nueva forma  de expresión y, alineado con la fuerza con la que muchas veces se mueve nuestra pasión, se han llegado a levantar bastones para agitar al que se opusiera.

Hizo un gran esfuerzo por dar a conocer el arte de vanguardia y con el tiempo, la gente termina por comprender el valor de su obra. En 1940  se realiza su primera muestra retrospectiva, y el trabajo tan cruelmente criticado era ahora admirado por el público y la crítica.

Fue director del Museo de Bellas Artes de La Plata hasta 1952. Expone en Estados Unidos y Latinoamérica

Vuelve a Europa con la abstracción, sus arlequines, sus copas. Obras más claras y geométricas. Exhibe su obra con artistas de la talla de Miro, Masson o Latour

Siguió trabajando tal como lo había planeado, hasta que su ser y sus fuerzas dijeran basta .  El 16 octubre de 1971 muere en Paris.