Falleció Roberto Vassie, el mítico soldado que lloró la muerte de Perón
Su imagen uniformado y en llanto en medio del funeral de Perón se convirtió en un ícono. Falleció este lunes a los 69 años.
Casco, uniforme militar y su rostro quebrado en llanto en medio del masivo funeral de Juan Domingo Perón, fue la imagen del soldado Roberto Vassie que se convirtió en un emblema indiscutido de la historia del movimiento peronista. 48 años después de esa postal, Vassie falleció esta semana a los 69 años de edad, según informó su familia este lunes a través de las redes sociales.
La imagen de Vassie entró en la historia del movimiento popular al sintetizar el contexto y sentimiento de la sociedad argentina al despedir a quien fue quizás el líder político más importante del siglo XX en el país. Asimismo, fue tomada como un anticipo de los tiempos que se vendrían tras la muerte de Perón, acaso un anuncio de la consecuente debacle política que llegaría después y el telón final del golpe de Estado de 1976.
Aquel 1 de julio de 1974, Vassie tenía 21 años y le tocó formar parte de la guardia de honor que acompañó los restos del líder del Justicialismo por Avenida de Mayo hacia el Congreso Nacional tras su paso por la Catedral de Buenos Aires. La imagen en llanto que fue publicada en la tapa de la revista Gente el 4 de julio de ese año. Allí se lo puede ver en primer plano con la mano izquierda cruzada sobre el pecho y sosteniendo el fusil, mientras de fondo se observa la multitud de luto.
La imagen fue captada por el fotógrafo Ki Chul Bae, quien logró reunirse con Vassie nuevamente en 2006 gracias a gestiones del entonces presidente Néstor Kirchner. Ese mismo año, cuando los restos de Perón fueron trasladados hasta la quinta de San Vicente, Vassie volvió a formar parte de esa procesión. En esa ocasión, viajó en el jeep que trasladó la cureña con el féretro.
Por aquellos días, el ex conscripto trabajaba como remisero en el barrio porteño de Núñez. Luego se supo que había estudiado Economía y que fue subgerente de créditos en una empresa, y que trabajó en una fábrica de bicicletas, fue lavacopas en el Hospital Italiano y vendedor de libros y de anteojos. “Yo nunca quise aparecer en esa foto, porque la foto era la del pueblo llorando”, dijo alguna vez en una entrevista.