El gobierno, luego de varias declaraciones en donde negaba que el desempleo fuese un problema, llegando incluso a sostener que los trabajadores formales habían aumentando durante el 2016, lanzó una nueva medida que pareciese ser el primer reconocimiento oficial de la desesperante situación que hace un año y medio están atravesando los trabajadores argentinos. La misma fue anunciada posterior a un primero de mayo en donde el presidente Mauricio Macri citó al ex presidente Juan Peron, y buscarían apalear la crisis que se generó en el mercado de trabajo desde que Cambiemos llego a la casa rosada

Esta nueva política, denominada "Programa de inserción laboral", fue recibida con muchísimo escepticismo por parte de los sectores especializados. Desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) se elaboró un informe en donde se describe su problema de concepción.

El objetivo del programa es lograr insertar en el mercado de trabajo formal a los beneficiarios de planes de sociales. Para este propósito, el gobierno se haría cargo de los montos que percibía el nuevo trabajador en forma de plan social reduciendo el costo salarial para el empleador de contratar a esa persona. El programa establece entonces que "La ayuda económica mensual que percibirán los participantes de programas nacionales de empleo y de desarrollo social durante la nueva relación laboral tendrá carácter de subsidio al empleo y podrá ser contabilizada por los empleadores como parte de su remuneración laboral neta mensual". Asimismo, se determinó que "los empleadores interesados en acceder al incentivo económico para la contratación laboral de participantes de programas nacionales de empleo o de desarrollo social" deberán adherir al Programa de Reinserción Laboral creado en el año 2006 y "solicitar la incorporación al mismo de las trabajadoras y los trabajadores que contraten". Por último, "los empleadores gozarán de este beneficio si se trata de una nueva relación laboral, o de la regularización de una preexistente, respecto de la nómina total de trabajadores declarada al día 31 de diciembre de 2016".

Este tipo de programas no son novedosos, el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social viene implementando líneas similares de acción desde 2010, pero es sabido que pierden eficacia en contextos de expulsión de trabajadores del mercado de trabajo. A su vez, parte de una concepción en la cual el salario es un costo más y por tanto la única solución posible al desempleo es reducir, de alguna manera, la cantidad de dinero que los empresarios "pierden" en forma de sueldos.

El Centro de Economía Política Argentina se propuso entonces revisar las limitaciones que este tipo de programas encarnan a partir del análisis del programa Jóvenes con más y mejor trabajo.

En el Cuadro N° 1 es posible constatar que, entre 2011 y 2015, la creación de puestos de trabajo en el sector privado (considerando el SIPA, que recopila el total de declaraciones al sistema de AFIP por parte de los empleadores) tuvo como correlato una caída en el total de beneficiarios del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo implementado desde el Ministerio de Trabajo de Nación. Los nuevos puestos registrados ascendieron a 243.308, mientras que cayeron los beneficiarios del Programa Jóvenes en 8.337 personas, entre 2011 y 2015. En este período la variación del empleo privado registrado tuvo siempre guarismos positivos y un promedio de 1,73% anual acumulativo.

Lo que resulta aún más relevante es observar la cantidad de trabajadores que efectivamente se desvincularon del Programa por la obtención de empleo registrado si se observa la tasa de desvinculación, los guarismos se ubican entre el 4,8% y el 5,7% de los beneficiarios por año. El cambio de dinámica tiene lugar en 2016 no sólo disminuye la cantidad de trabajadores registrados en 44.818 personas (la variación del empleo muestra un resultado negativo, de -0,72% interanual), sino que también cae la cantidad de beneficiarios del programa, en un total de 5.981 casos. Adicionalmente se reduce también la tasa de desvinculación del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo al empleo registrado en 2016, a sólo 3,34%

A modo de conclusión podríamos decir que sólo la creación genuina de puestos de trabajo (y particularmente en el sector privado) es el mecanismo elemental para lograr la reducción de personas cubiertas por programas sociales. Por tanto, frente la depresión de la demanda agregada y la inexistencia de voluntad de contratación de nuevas plantillas, este tipo de iniciativas que apuntan a "empalmar" la ayuda del estado con el salario pagado por las empresas, sólo terminan oficiando de transferencia monetaria o subsidio empresarial indiscriminado.