En diciembre se disparó cerca de un 2%; en enero, otro 1,65%, y en las próximas semanas lo hará de nuevo con el tercer aumento en los últimos meses y el segundo en lo que va de 2025. Se trata de la luz, cuyo flamante esquema tarifario será determinado en una audiencia pública en febrero de la que participarán EDENOR y EDESUR. Sin embargo, hay una regla: se supone que las facturas no podrán superar el tope de 10% anual de suba, luego de un 2024 que terminó con casi 270% de recargo. ¿Cumplirá?

La expectativa en la sociedad es que la supuesta situación de desfasaje a la que estaban sumidas las boletas de electricidad al arribar el presidente Javier Milei al poder ya haya sido superada. Tomó un aumento del 268% acumulado el año pasado -cifra que supera largamente la inflación del mismo período, que acabó en 117%-, pero finalmente, según el relato del Gobierno Nacional, el escenario se ha equilibrado. Como muestra de ello, la secretaría de Energía fijó un techo del 10% para el alza anual de los precios de la luz.

Sin embargo, la pregunta del millón es si ese tope será respetado por las autoridades gubernamentales y por las empresas prestadoras del servicio. Tras un aumento del 1,65% en enero, el 27 de febrero el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) recibirá a las compañías para discutir los nuevos cuadros tarifarios en una audiencia pública. La convocatoria fue oficializada este miércoles en el Boletín Oficial y busca encauzar el programa de aumentos de aquí a los próximos cinco años.

Entretanto, los datos indican que el “tarifazo” fue uno de los principales motores de la inflación el año pasado. Las sucesivas disparadas habilitadas por el Gobierno en luz, gas, agua, combustibles y otros servicios azotaron a familias, empresas e instituciones por igual. La cereza del postre llegó en las últimas semanas cuando el sistema energético no pudo hacer frente a la ola de calor y decenas de miles de hogares se quedaron sin electricidad en la época de mayores temperaturas del año.