¿Sigue la estampida? Más dirigentes del PRO se van con Milei y pesos pesados juegan al misterio

Si Mauricio Macri había ido a buscar paz a su “lugar en el mundo” como lo es Villa La Angostura, como suele acostumbrar en cada verano, los primeros días del 2025 dinamitaron ese plan. Y en todo esto, están el presidente Javier Milei y su mesa chica que, de cara al calendario electoral, no pierden el tiempo para seguir tensionando a un PRO debilitado, que en los últimos días ya había perdido a dos intendentes como Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, y Ramiro Egüen, de 25 de Mayo.

El partido que fundó el expresidente hace más de 20 años hoy se divide en tres bandos, si se contemplan el sector de Macri, el que tiene “medio pie adentro, y medio afuera”, como lo es el de Patricia Bullrich, y el ala moderada que encabeza Horacio Rodríguez Larreta. Sin mucho espacio esta última opción, por lo corrido a la extrema derecha que se plantea el panorama, el abismo entre Macri y su exministra de Seguridad, y actual titular de la misma cartera con Javier Milei, puede decantar en nuevas incorporaciones a La Libertad Avanza (LLA).

De acuerdo con los trascendidos, hay más dirigentes “amarillos” que de un momento a otro, pero, con mayor precisión, entre el 1ero de marzo, cuando Milei abrirá las sesiones ordinarias en el Congreso y las semanas siguientes, antes de la depuración definitiva de las listas hacia las elecciones de medio término, anunciarán su salto a las filas “libertarias”.

LOS QUE ARMAN LAS VALIJAS Y LOS QUE TODAVIA DUDAN

Luego de consumados los traspasos de Valenzuela y Egüen, hay otros jefes comunales en la mira de la administración “libertaria”, aunque todavía sus pases son una incógnita. Son los intendentes Ramón Lanús, de San Isidro, y Guillermo Montenegro, de General Pueyrredón.

Ambos buscan congraciarse con los votantes de LLA, con una agenda basada en la baja de tasas y recortes impositivos, y sobre todo, buscando visibilizar la agenda de seguridad. El caso más extremo es el de Montenegro que, en su cruzada anti “trapitos” y “homeless”, subió videos en sus redes en los que los agentes de seguridad golpean a un hombre indigente que dormía en la calle.

La afinidad ideológica que a grandes rasgos acercaría a Montenegro a LLA parece no tener efecto por la mala relación que el exjuez federal tiene con Karina Milei. Pesa sobre el intendente la relación estrecha de confianza que tiene con el ministro de Justicia Mariano Cuneo Libarona, que está en la mira del Triángulo de Hierro desde que comenzó la gestión de LLA. La labor de asesor entre las sombras que ejerce Montenegro fue vital para que el exabogado mediático aceptara la llegada de Paul Starc como cabeza de la UIF.

Aunque es del agrado del asesor todopoderoso Santiago Caputo, por haber trabajado juntos en anteriores campañas, cuando “El Arquitecto” trabaja como publicista, Karina no lo acepta. De hecho, el alcalde no acompañó a la hermana del jefe de Estado en el acto a puertas cerradas que realizó la Secretaria General de la Presidencia en Mar del Plata hace unos días, en su aparición proselitista junto a al armador provincial Sebastián Pareja y el titular de la Cámara de Diputados Martín Menem.

Pero el corazón de los encontronazos entre Montenegro y la hermana del Presidente se basa en el control de la lapicera de parte de Karina y de Pareja para armar las listas en cada territorio de cara a las legislativas, cosa a la que Valenzuela ya había renunciado cuando quedó en el bando de minoría de Bullrich dentro del PRO, por lo que fue un traspaso con menos exigencias. Lo que sí lo acerca al “Gordo” con la gestión “libertaria” es su buen vínculo con la ministra de Seguridad. Por ahora todo “en veremos”.

Por el lado de Ramón Lanús, fuentes consultadas por Diagonales aseguraron que “está laburando muy bien, tanto con Patricia, con La Libertad Avanza, como con el PRO”. Y confiaron: “Él es del PRO, va a seguir siendo del PRO, y lo que va a hacer es tratar de trabajar por la unión de los dos, para que vayan juntos en la Provincia. Esa es hoy su meta”. Por la misma situación transitan Santiago Passaglia, de San Nicolás, y Javier Martínez, de Pergamino.

Lo que sí ya aparece más claro son algunos nombres dentro del ámbito parlamentario que dejarán las bancas amarillas y se teñirán de violeta. Dos nombres propios de Diputados que responden al PRO de Santa Fe podrían dar el salto en los próximos días: son el bullrichista Gabriel Chumpitaz y José Nuñez. La salida de los legisladores marcaría un punto de inflexión para el sello Unidos santafesino. Y no lo harían solos: los equipos técnicos que integraron la Fundación Pensar, el think tank más importante del macrismo, también virarían hacia LLA.

Mientras el Gobierno sigue endulzando a algunos de los máximos referentes que quedan en el PRO como Cristian Ritondo y Silvia Lospennato, es incierto aun lo que definirá Diego “El Colo” Santilli, más marginado de la primera plana dirigencial del cuadro amarillo. Otro que coquetea con un inminente traspaso es el senador cordobés Luis Juez.

Un importante diputado de LLA fue precavido y afirmó a este medio que aún no podía confirmar ningún traspaso en la Cámara alta."Pero todos los que se sumen, bienvenidos. Lo que estimo más acertado que una sangría del PRO es ir todos juntos, como propuso Milei generosamente y como gesto de agradecimiento e inteligencia y desprendimiento político. Pero bueno, la política no siempre permite lo ideal", confió a este portal.

Por lo pronto, Macri buscará en su vuelta de Cumelén ordenar a la tropa, y no pierde el tiempo. Con el objetivo de que su sello partidario no se diluya, de no perder más referentes territoriales, y de resguardar su bastión que es la Ciudad de Buenos Aires, organiza la primera reunión de la Mesa Ejecutiva del PRO a fin de este mes de enero. Serán de la partida también su primo y jefe de Gobierno porteño Jorge Macri, y otros dos gobernadores que cada día que pasa afinan mejor su sintonía con el Poder Ejecutivo: el chubutense Ignacio “Nacho” Torres y el entrerriano Rogelio Frigerio.

El expresidente necesita confirmaciones de lealtad a toda costa para hacer pesar su partido de cara a las negociaciones que se multiplicarán a partir de marzo. Todo, en un contexto que le da pocas certezas.