La motosierra de Milei llegó con una reestructuración del Fondo Nacional de las Artes (FNA) que trae aparejada recortes de personal y de financiamiento a los artistas. A través del decreto 1029/24, el Gobierno también habilitó el ingreso de capitales privados. 

El texto firmado por el presidente Javier Milei y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, implementa una profunda reestructuración del Fondo Nacional de las Artes que “limita el uso de los fondos al otorgamiento de créditos a los artistas que, además, serán denominados en UVAs a fin de evitar la licuación del capital”. 

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, afirmó que la medida "le da libertad al FNA, pero sugiere una modalidad de renta contra garantías de obras o garantes por lo cual el FNA podrá financiar a los artistas durante los primeros años de su carrera".

X de Fede Sturzenegger

Además, explicó que el decreto "habilita las donaciones privadas que, junto a las ganancias financieras de los créditos, serán los únicos recursos que podrán usarse para otorgar becas o subsidios".  

"La organización necesitaba un importante rediseño: cobra derechos de autor de obras universales, pero gasta una proporción inaceptable de esos recursos en sí misma; así, un organismo que se suponía que debía ayudar al arte en la práctica con los años fue convirtiéndose en una carga para el sector. En 2023 el FNA destinó ¡el 72% de su presupuesto (financiado por los usuarios de la cultura) a gastos de funcionamiento!", aseguró Sturzenegger en sus redes sociales.

Por otro lado, detalló que el Consejo Directivo del Fondo pasó a ser ad honorem y que se despidió al 25% del personal; decisiones que a su entender generan "una estructura más eficiente y profesional".