En una nueva embestida contra los inmigrantes, el Gobierno de Javier Milei prepara un proyecto de reforma migratoria que presentará ante Congreso de la Nación en período de sesiones ordinarias para aumentar el control y restringir la entrega de residencias a extranjeros. 

La iniciativa libertaria pretende modificar la Ley de Migraciones (25.871) e incluye, tal como había adelantado en diciembre el vocero presidencial Manuel Adorni, el arancelamiento sanitario y universitario para los no residentes.

La Libertad Avanza asegura que durante la gestión de Alberto Fernández no hubo un control exhaustivo sobre la documentación que presentaban los estudiantes extranjeros residentes para estudiar en Argentina y, aunque sin mayores precisiones, sostienen hay casos en los que “los extranjeros estudiaron solo dos meses y se quedaron a vivir en la Argentina”.

Al mejor estilo Donald Trump, Milei busca restringir la entrega de la residencia a inmigrantes “ilegales” que tienen hijos en el país tras la confirmación de sus descendientes como ciudadanos argentinos. 

Además, planea reforzar el control fronterizo en el norte en línea con el plan Güemes que lanzó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la provincia de Salta. En ese marco, se planifica el refuerzo de agentes de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura e Inteligencia Criminal en el límite con Bolivia.

A su vez, Casa Rosada proyecta sumar la colaboración de las Fuerzas Armadas en las fronteras y en el territorio interno. Es por eso que el año pasado el Ejecutivo habilitó, a través de dos decretos, a las FFAA a operar contra organizaciones terroristas y carteles del narcotráfico de otros países que busquen operar en la Argentina.