Las críticas se amontonan contra la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, quien, pese a haber responsabilizado de la crisis y echado a un subfuncionario de la cartera, no logra borrar su mala imagen originada a raíz de las seis mil toneladas de alimentos para comedores que el Gobierno se resiste a distribuir. En ese marco, este viernes diversas organizaciones religiosas y de Derechos Humanos exigieron su renuncia, mientras que un nutrido bloque opositor de la Cámara de Diputados elevó un pedido para que exponga ante el Congreso.

Tal parece que no surtió efecto la dimisión forzada del secretario de Niñez y Familia Pablo de la Torre, acusado ayer de “mal desempeño de sus tareas” en el marco de la situación de emergencia por los alimentos que la Nación almacena y se niega a repartir aunque gran parte de ellos se hallan próximos a caducar. Ante ello, Pettovello fue ubicada en el ojo de la tormenta y debió ser defendida hoy por el presidente Javier Milei, que desde Estados Unidos intervino en la agenda de su país natal para asegurar que se trata de la “mejor ministra social” desde el regreso de la democracia.

En este contexto, el primero de los embates de hoy contra la superministra llegó de la mano de la Unión Cívica Radical (UCR), que presentó un proyecto en la Cámara de Diputados para que la funcionaria brinde una disertación en el Congreso y responda preguntas sobre el escándalo. El pedido fue elevado por la legisladora Carla Carrizo, quien además solicitó detalles acerca de las cantidades y tipos de productos almacenados, sus fechas de vencimiento y las razones por las cuales no han sido distribuidos todavía a los comedores, entre otros datos.

Seis mil toneladas de alimentos guardados y 42% de pobreza son incompatibles en democracia. No pueden el silencio institucional ni la desafectación de Pablo de la Torre ser la única respuesta. Pettovello debe informar cuál es la política de su ministerio para atender la emergencia alimentaria. La gravedad de la situación es tan evidente como incomprensible”, exhortó la diputada nacional en el proyecto, que, de sancionarse, expondría a la titular del área a una sesión “a lo Nicolás Posse”, como fue el caso del exjefe de Gabinete en el Senado.

Junto a ello, este viernes apuntaron también contra Pettovello diversas agrupaciones religiosas y de Derechos Humanos, que reclamaron su renuncia inmediata y la pronta distribución de la totalidad de los alimentos almacenados. Así lo indicaron las organizaciones Curas en la Opción por los Pobres (COOP) y Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos junto a sacerdotes, obispos y asistentes villeros en un documento titulado “Quien quita el pan al pobre es un asesino”.

“Seguimos en alerta, exigiendo que el Gobierno no solo reparta los alimentos cercanos a su fecha de vencimiento, sino también los otros, y que se comprometa con transparencia e idoneidad públicas, de modo fehaciente y eficaz, destinando políticas y recursos a la emergencia alimentaria por él mismo causada. Es necesaria e imprescindible la renuncia de la ministra Sandra Pettovello. El Gobierno se obstina en llevar adelante un plan económico en bien de pocos y en mal de muchos, sin hacerse cargo del hambre, que está planificado, hasta el escándalo de acumular lo que ya tendría que haberse repartido en semejante emergencia alimentaria”, apunta el texto.