Meses y meses después, apenas si se atisba en el horizonte la salida de la profunda crisis social y económica en la que la Argentina se encuentra sumida. Fruto de desmanejos profundizados por el programa de ajuste celebrado con contento como el más grande de la historia, la postal resulta desoladora para las personas que, como los jubilados, luchan día a día para hacerle frente a un escenario verdaderamente hostil. Aquí, los relatos en primera persona son muestra de la desazón colectiva: “Antes agradecía despertarme, pero ahora es cada vez más difícil”.

Las palabras pertenecen a una persona mayor que, en vivo en un famoso canal de noticias de primera línea, reveló sin pelos en la lengua el dramático momento que atraviesa debido a la licuación de los ingresos y a la demora en la actualización de los haberes, cuyo aumento fue vetado por el presidente Javier Milei anoche. “Es de una maldad tremenda. Soy jubilada, me vino 50 mil pesos de gas con el subsidio. Trabajo, hago artesanías y vendo en una feria. No tengo plata, estoy comiendo un pancho porque no voy a hacer comida hoy. Es así”, reveló la mujer.

A la noche, un té con leche. Café no, porque no tengo, es muy caro. Voy a cumplir 70 años y tengo que trabajar para poder llegar a tomar el té a la noche, y ni hablemos de una comida. Esto históricamente no lo vimos nunca, ni siquiera en el otro Gobierno [por Mauricio Macri], que tuvimos un cambio drástico como este, vivimos esta situación”, agregó la jubilada en diálogo con C5N desde una agitada estación de Once que, en el comienzo de la tarde, veía pasar a los trabajadores corriendo por llegar a almorzar a tiempo.

“Es muy triste, nunca había pensado de esta manera, que me tengo que despertar el otro día y afrontar el día de nuevo. Estos días tan de… De mierda… Sé que me tengo que enfrentar al otro día con otro día de mierda. Antes agradecía despertarme, pero ahora es cada vez más difícil”, sentenció la mujer. Un testimonio para los tiempos; signo de época, muestra del dolor de la calle ante la frialdad de los números. Las jubilaciones se quedarán en menos de $300.000 con bono incluido, por debajo de la Canasta Básica y de cualquier intento de ingreso digno.