Cada vez son más los argentinos que no le comprarían un auto usado al Presidente de la Nación: encerrado por la estafa cripto que promovió en sus redes sociales y ahora le pasa factura en la Justicia nacional e internacional, a Javier Milei le entró la bala simbólica y así lo reflejan cada vez más encuestas como el sondeo de Confianza en el Gobierno (ICG) de la prestigiosa Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), que informó que la imagen del líder libertario cayó por cuarto mes consecutivo y la sociedad argentina duda seriamente de la “honestidad” del mandatario.

Jueces nombrados por decreto en la Corte Suprema de Justicia, represión salvaje en el centro porteño con un fotógrafo en estado crítico, un acuerdo en blanco con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la disparada del dólar blue, inacción y falta de respuestas ante un desastre natural histórico en Bahía Blanca y, para coronar, una criptoestafa global de cientos de millones de dólares protagonizada por el Presidente: todo ello provocó en marzo un derrumbe del 5,4% de la imagen de Milei, el tercero más elevado de su mandato hasta ahora.

Así se desprende de la más reciente edición del estudio de la Universidad Di Tella. La confianza del Gobierno Nacional lleva cuatro meses consecutivos en caída libre y perforó por primera vez el índice promedio de su gestión. El informe arrojó que el ICG se ubica en los 2,42 puntos sobre un máximo de 5, afectado principalmente por la caída de la opinión social sobre la “Honestidad de los funcionarios”, que bajó un 5,4%; la “Eficiencia en la administración del gasto público”, que se redujo en un 11,1%; la “Evaluación general” y la “Capacidad para resolver los problemas del país”.

En tanto, el sondeo manifestó también que la merma en la imagen positiva del líder libertario se sintió más entre las mujeres (-8,6%) que entre los hombres (3%). Junto a ello, los jóvenes también lideran el desencanto con Milei: la franja desde los 18 a los 29 años empeoró un 7,9% su ponderación sobre Milei, mientras que los adultos y los adultos mayores mostraron bajas del 5,1% y 5,5% respectivamente. Finalmente, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el conurbano el rechazo creció un 8,9% y un enorme 9,6% cada uno.