Resulta que mientras el Gobierno Nacional de Javier Milei impulsaba la privatización de Aerolíneas Argentinas y prometía terminar con los “curros” y “privilegios” de los gremios aeronáuticos, el vicepresidente de la empresa estatal tenía su cabeza en Florianópolis, adonde viajó a mediados de enero para pasar la segunda quincena en las playas de Brasil. Lo llamativo de la cuestión es que, gracias a su puesto, logró pagar casi 20 veces menos que cualquier otra persona por sus lujosas vacaciones en el exterior. Un gustito de casta.

Es que desde Ushuaia hasta La Quiaca un argentino “de a pie” que busque conocer la costa brasileña debería ahorrar durante un largo tiempo para poder afrontar semejante viaje en un contexto de ajuste y precios en niveles dolarizados en el que tan solo los pasajes de ida y vuelta cuestan hasta $2 millones en temporada alta. Sin embargo, por suerte para el funcionario Juan Pablo Alvarado, su cargo como subgerente de Aerolíneas le permitió abonar tan solo $100 mil por los vuelos – un “descuentito” del 95%.

Con todo, el escándalo no nace necesariamente de los beneficios a los que acceden los puestos jerárquicos y, en menor medida, el personal de la empresa. La polémica se centra en realidad en que el Gobierno Nacional lleva meses promoviendo la privatización de la aerolínea de bandera con la excusa de acabar con los “privilegios” de la “casta” aeronáutica; no obstante, son los propios funcionarios a la orden del Poder Ejecutivo los que gozan sin culpa de los mayores “privilegios” disponibles.

En este caso, según información de LPO, el viaje de Alvarado a Florianópolis comenzó el 18 de enero y finalizará recién el 1 de febrero, cuando tendrá que volver para dedicarse a sus tareas como subgerente de la compañía estatal que incluyen, entre otras, la supervisión de las áreas de rampa y cargas, dos de los sectores más denostados por el Gobierno en su guerra contra los aeronáuticos. Afortunadamente, todavía falta para que vuelva al ruedo, y por ahora puede disfrutar de las playas de Brasil, como se dice por ahí, “con la tuya”.