Tal parece que el premio al “Economista del Año” que recibió el presidente Javier Milei de manos de la Orden de los Economistas de Brasil (OEB) es un fraude. La razón no es solo que el título ni siquiera es reconocido en su propio país, sino, principalmente, que el especialista Manuel Enríquez García, titular de la organización privada que entrega el galardón, se encuentra condenado por estafa en su territorio y fue inhabilitado a ejercer cargos públicos debido a un fuerte escándalo por corrupción.

Este martes, el primer mandatario había festejado con bombos y platillos la llamativa condecoración que recibió de manos de la OEB. Con sus representantes reunidos en Casa Rosada, Milei se fotografió sonriente alzando el título de “Economista del Año” otorgado por la organización. Esa tarde, la Oficina del Presidente publicitó en redes sociales el reconocimiento e hizo gala del diploma que indica que “la elección no podría haber sido más acertada” y sostiene que el jefe de Estado “actuó con sabiduría y determinación” en lo que va de su gestión.

X de Oficina del Presidente

Al pie del documento se leía la firma de Enríquez García, jefe de la agrupación. Sin embargo, la mención de su nombre generó ciertos resquemores – es que, pese al honor que dice poseer la organización, el economista fue condenado por corrupción en Brasil en 2019 por utilizar fondos estatales del Consejo Económico Regional de San Pablo (Corecon), que entonces presidía, para beneficios personales y para hacer crecer a la propia OEB. El hecho le valió una fuerte sanción y una inhabilitación por cinco años para ejercer cargos públicos en todo el país.

No obstante, allí no acaba el escándalo: no solo la figura de Enríquez García despertó sospechas, sino también el propio premio al “Economista del Año”. En las últimas horas, un contundente comunicado del Consejo Federal de Economía de Brasil (Cofecon) se expresó en contra de la condecoración y advirtió que la OEB “es una entidad privada que no posee atribuciones representativas de la profesión de Economista” ni tiene “legitimidad para pronunciarse” sobre la profesión; es decir, otro galardón “trucho” recibido por el Presidente.