Como consecuencia de la feroz recesión que atraviesa el país, la actividad industrial registró una caída interanual de 14,2% en abril y la tendencia se mantiene. Esta semana seis fábricas automotrices detuvieron sus operaciones y frenaron su producción debido a la caída de la demanda, la disminución de las exportaciones y problemas de abastecimiento de piezas. 

Se trata de las empresas Toyota, Fiat, Renault, Nissan, General Motors y Mercedes Benz Argentina, que decidieron no abrir sus plantas esta semana dado que con dos días laborales son más altos los costos de producción y puesta en funcionamiento que las ganancias. 

Para mediados de abril, la actividad industrial sufrió la pérdida de más de 15.000 puestos de trabajo según datos del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA). Como ocurre con muchas actividades y sectores productivos, la industria enfrenta dificultades por la recesión que hace meses azota en Argentina y el aumento de costos. 

Toyota, la principal fabricante automotriz del país, suspendió su producción debido a la falta de piezas importadas y problemas con la llegada de buques. Además, la empresa ya puso en marcha un plan de retiro voluntario. 

Por otro lado, además de paralizar su planta en Córdoba, Renault y Nissan analizan reducir las horas de trabajo de sus empleados a partir de julio. Pero la crisis no se limita al sector automotriz y afecta a toda la industria; muestra de ello es lo que ocurre con Acindar que volvió a frenar su producción por tres semanas. 

La siderúrgica es una de las dos más grandes del país y confirmó que paralizará su producción por segunda vez en lo que va de 2024 como consecuencia de la caída de la demanda de sus productos. En noviembre del año pasado, la compañía empleada a 1150 trabajadores, hoy el número de trabajadores se redujo a cerca de 1000 y desde la planta sostienen un plan de retiros voluntarios y no renovación del personal contrato.