El dólar blue sacudió las cuentas este martes con un salto de 2% que lo llevó a cerrar a un precio de venta de más de $1.300, un nuevo récord histórico para el valor nominal de la divisa paralela. Desentendido de la situación, el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo se limita a festejar el paso del ajuste, que arrojó una nueva marca de superávit financiero en el Estado a costa de la “motosierra” y su certero impacto a nivel macro, con una inflación mayorista del 300% interanual, y micro, con una masiva pérdida de empleos en la industria.

Hoy se cena superávit: lo importante para el titular del Palacio de Hacienda es llegar bien parado al cambio de mes; cuestión estadística, si se quiere, que no tiene su correlato en el funcionamiento del resto de la estructura económica nacional, y mucho menos en el bolsillo cotidiano de las familias argentinas. Pese a ello, “Toto” se empeñó este martes en aplaudir la consecución de superávit financiero en el sector público en mayo gracias a los precios “pisados” por el Gobierno de Javier Milei.

Mientras tanto, otros valores empiezan a saltar por los aires – el más notable, el dólar blue, que cerró hoy en un nuevo récord nominal de $1.305 en la Ciudad de Buenos Aires pero en otros distritos, entre ellos la Provincia, se acercó a los $1.320 por unidad. Se trata de una escalada del 2% en el valor del tipo de cambio informal justo cuando la administración de La Libertad Avanza sacaba a relucir la acogida aparentemente positiva de su cruzada legislativa que, en modo casta, le permitió aprobar la “Ley Bases” en el Senado la semana pasada.

Entretanto, la evaluación de otros indicadores de la economía encendió más luces rojas en el Palacio de Hacienda, aunque es difícil saber si serán atendidas por el superministro Caputo. Allí aparece, por ejemplo, la inflación mayorista, que en mayo reportó un aumento interanual del 302,5% según la medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC); o la Canasta de Crianza, que en todas las edades superó el piso de $320 mil mensuales y, en el caso de niños y adolescentes de entre 6 y 12 años, quebró la barrera de $400 mil.

En tanto, la obsesión con la macro no le permite ver a la gestión liberal libertaria otros problemas en el día a día como el urgente desplome en la industria, que sufrió un derrumbe del 14,2% en abril con lo que, en menos de doce meses, perdió más de 15 mil empleos. De esta manera, la actividad en el rubro se encamina a completar un año de caídas interanuales consecutivas, según surge de un informe divulgado hoy por la Unión Industrial Argentina (UIA). Pero hay superávit.