Al término de una sesión candente en el Congreso Nacional, la oposición al Gobierno de Javier Milei no consiguió los dos tercios de votos necesarios para insistir con la ley y la Cámara de Diputados avaló el veto al aumento de las jubilaciones gracias al frente oficialista y, especialmente, al favor del radicalismo, que se “convirtió” y fue en contra de su propio proyecto para asegurarle los números al Poder Ejecutivo. Afuera, miles de manifestantes, incluidos adultos mayores, se movilizan en contra de la derogación.

Con un resultado de 87 negativos a 153 afirmativos y con 8 abstenciones, las bancadas libertarias y aliadas lograron respaldar el veto de Milei a las modificaciones a la fórmula previsional. Si bien la oposición, que incluyó a bloques como Unión por la Patria (UP) y los de Izquierda, alcanzó mayor cantidad de votos, la reglamentación de dos tercios o mayoría especial en la Cámara Baja que conduce Martín Menem torció la balanza a favor de La Libertad Avanza (LLA), el PRO y varios diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), entre otros.

El saldo arroja que a la oposición le faltaron solo 10 votos para conseguir los 163 y, con ello, los dos tercios necesarios para frenar el veto de Milei. En ese marco, se torna aún más importante el rol desempeñado por los diputados “conversos” como los del radicalismo, que le dieron el empujón necesario a la disposición del Poder Ejecutivo aunque ello haya significado ir en contra de un proyecto de su propia autoría.

De hecho, ese fue uno de los focos más calientes en la discusión parlamentaria, que comenzó cerca de las 11 en un clima que ya mostraba agitación política adentro del Congreso y social afuera. Finalmente, como se anticipaba, acabó por triunfar la voluntad libertaria, luego de que en la previa se dieran a conocer, presuntamente, los numerosos acuerdos y contraprestaciones por los favores de la UCR al Gobierno Nacional al votar en contra de las jubilaciones.