Mientras que Javier Milei y su equipo celebran la supuesta “desaceleración de la pobreza”, los números de la realidad son cada vez más alarmantes. El último informe del INDEC reveló que el 52,9% es pobre, poco después un estudio del Instituto Gino Germani, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, reveló que dentro de ese universo hay más de 2 millones de trabajadores registrados. 

En otras palabras, en 2024 uno de cada tres trabajadores formales en Argentina es pobre (30%). En tanto, ese porcentaje asciende al 70% en el caso de de los trabajadores no registrados, comúnmente denominados “en negro”. 

El estudio, basado en cálculos realizados sobre la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), evidencia que, si bien no se trata de un nuevo fenómeno, en el transcurso de este año se duplicó la cantidad de asalariados formales pobres. 

“Uno de los hallazgos más importantes es la creciente presencia de 'trabajadores pobres’, quienes, a pesar de estar empleados, no logran superar la línea de pobreza. Este fenómeno es más agudo entre los trabajadores no registrados, con una tasa de pobreza superior al 70%, mientras que los trabajadores regulados enfrentan una pobreza del 30%. Esto evidencia que el empleo formal, aunque brinda cierta protección, no es suficiente para mitigar el impacto de la crisis”, describe el informe.

Como consecuencia de las políticas de ajuste del Gobierno de de Javier Milei, se profundizó significtivamente el fenómeno de los “trabajadores pobres”. El análisis del Instituto Gino Germani señala que la situación ya se había visto durante la postpandemia, sin embargo, destaca que la cantidad era mucho menor y que en ese momento “todos se empobrecieron por igual”. En cambio, en los nueve meses de 2024, se ven con claridad “ganadores y perdedores” según el tipo de empleo: los profesionales o microempresarios, en su gran mayoría, tienen herramientas para enfrentar la crisis y alejarse de la pobreza.

Mas allá de ello, lo que queda claro es que tener un trabajo en blanco, aguinaldo, negociaciones paritarias, obra social, vacaciones pagas, ya no es suficiente para no ser pobre en Argentina.