Makro se va del país pero el desplome del consumo impactó a todos los mayoristas
Así lo refleja el último informe del INDEC, que marca una imponente caída del 12,6 por ciento durante el primer semestre de Javier Milei en el Gobierno. La firma neerlandesa deja la Argentina y cerrará sus 24 sucursales. Temor por nuevos despidos.
Luego de 36 años de trabajo ininterrumpido en nuestro país, uno de los principales actores del rubro de supermercados mayoristas dijo “hasta acá llegamos”. Se trata de la empresa Makro, que había desembarcado en 1988 y cuenta con 56 mil empleados en los 74 países donde opera.
La recesión económica, con una caída colosal de los salarios que afectaron las ventas en el rubro de consumo al por mayor, y solo parcialmente recuperados en el sector formal, fueron factores más que influyentes para la decisión final de la firma de los Países Bajos.
A pesar de que en los locales de Makro consultados por este medio, aun no hay confirmación de esta definición a la que se arribó en las oficinas de la empresa, los trascendidos de un cambio de manos se multiplican.
Makro que junto a sus competidores Maxiconsumo, Diarco, Vital y Yaguar, integra el lote de los grandes jugadores del comercio mayorista, vendería sus 24 sucursales, la mitad de ellas en la Provincia de Buenos Aires.
La información provista por la agencia Noticias Argentina (NA) es elocuente. La firma que posee Makro SHV Holding, de Países Bajos, otorgó un mandato de venta al Banco Santander e inició negociaciones con posibles compradores.
Dentro de esas conversaciones formales están incluidas las empresas competidoras. La operación en Argentina se tasó en unos 200 millones de dólares. A la desinversión en la Argentina, se suma los planes de la empresa de deshacerse de sus negocios en Brasil, Perú y Venezuela.
Aunque hay factores de la política interna de la compañía para explicar la retirada, los números de la economía real argentina fueron un factor para nada menor a la hora de firmar la retirada.
Las ventas de los autoservicios mayoristas cayeron 14,5 por ciento en junio, según relevó el INDEC, en comparación con el mismo mes del año pasado. La facturación de los negocios de esa categoría cerró el primer semestre con una baja del 12,6 por ciento. Y las cifras de agosto indican que lo peor no pasó: la consultora Scentia reportó una baja del 18,8 por ciento en el consumo.
“Las ventas totales a precios corrientes para junio de 2024, relevadas en la Encuesta de Autoservicios Mayoristas, sumaron 262.472,7 millones de pesos, lo que representa un incremento de 241,7 por ciento, respecto al mismo mes del año anterior”, sostiene el INDEC.
Pero el dato relevante de ese más de 240 por ciento de suba en el acumulado de ventas totales entre junio de 2023 y junio de 2024 se obtiene cuando se identifica que la inflación en todo ese periodo fue de 271, 5 por ciento.
Por debajo de ese último número todo es pérdida y caída en el consumo popular. Esto se puede relevar en bebidas (221,3 por ciento), almacén (230,2 por ciento). Estos dos rubros explican el 53 por ciento de la venta total en los mayoristas.
Las caídas también se observan en los rubros verdulería y frutería (254,5 por ciento), artículos de limpieza y perfumería (254,4 por ciento) e indumentaria, calzado y textiles para el hogar (263 por ciento).
Estos datos fueron la gota que rebalsó el vaso para Makro. Tras abrir su primera sucursal en Olivos en 1988 y aliarse con el grupo De Narváez, la empresa había abierto otras 23 sucursales, la mitad de ellas en provincias como Misiones, Salta, Tucumán, San Juan, Santa Fe y Neuquén.
Todo se fue para atrás, al filo de la "motosierra" del consumo y de unos bolsillos cada vez más flacos.