En un gesto de austeridad, por un lado, pero principalmente de estrategia política, el presidente Javier Milei le prohibió a su Gabinete ir de vacaciones al exterior este verano para evitar que los funcionarios sean escrachados en los ostentosos destinos turísticos que la política acostumbra disfrutar en temporada. Sin embargo, aplicó una insólita excepción y habilitó a la ministra Patricia Bullrich a viajar a Disney junto a sus nietos para festejar que terminaron la primaria. En casa de herrero…

La orden parecía clara: evitar Miami, Nueva York, España, París, Tokio, Australia, Londres, Río de Janeiro, Cancún; en fin, cualquier destino turístico fuera de la Argentina, e incluso los más costosos dentro, para ahorrarse cualquier “escrache” que pueda significar un golpe político indeseado y evitable para el Gobierno de la Nación. Como resultado de ello, solo se permitiría estar de viaje por hasta dos semanas, y el Presidente predicaría con el ejemplo y se quedaría en Buenos Aires para Año Nuevo.

Sin embargo, una funcionaria de primerísima línea frustró los planes del líder libertario. Se trata de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien de inmediato levantó la mano ante la orden de Milei y le pidió una singular excepción: permiso para pasar las Fiestas en Disney con su familia, un viaje soñado que seguramente nadie de ellos olvidará. Tal vez por entercenerlo, tal vez por provenir de una de sus principales aliadas políticas, el Presidente accedió al pedido.

El resultado es bien de casta: pese a prohibición tajante que ordenó Milei, Bullrich se irá a los Estados Unidos con su familia para terminar el año bien arriba tras unos arduos doce meses de gestión. Según se conoció esta tarde, la excusa es que la ministra le había prometido a sus nietos irse de vacaciones cuando terminen la escuela primaria, que ocurrió este año, entre el ajuste y las promesas de austeridad. Qué sucederá cuando finalicen la secundaria…