En un comunicado difundido desde la Argentina de la prosperidad, allí donde quede, esta noche el Gobierno Nacional aseguró que “visualiza una desaceleración en los índices de pobreza”. Así es: después del inmenso salto de 12 puntos que llevó la tasa al 52,9% en el primer semestre -la marca más elevada de los últimos veinte años-, el Poder Ejecutivo aseguró que el país de la libertad está “mostrando una recuperación” y respaldó la “efectividad del programa económico" que generó la estrafalaria cifra.

Allí donde viven el presidente Javier Milei y funcionarios como la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, cuya cartera lanzó este jueves el controversial comunicado, la pobreza está a la baja. En el noroeste argentino la tasa sube al 62,9%, a nivel nacional dos de cada tres niños de 0 a 14 años no tienen los recursos suficientes para comer y satisfacer sus necesidades básicas, y en el promedio del país la indigencia trepó a un escabroso 18,1%. Son cifras solo equiparables a las de la crisis del 2001.

No obstante, las cosas son distintas para el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, dependiente de Capital Humano, que sin sonrojarse aseguró minutos atrás que “visualiza una desaceleración en los índices de pobreza”. Así, explicó: “Si bien el dato de pobreza para el primer semestre de 2024 arroja un índice del 52,9% de la población, las mediciones trimestrales indican que la pobreza comenzó a descender hasta el 51%, mostrando una recuperación estimada del 3,8%”.

X de Ministerio de Capital Humano

La cartera basó la teoría en las estadísticas de un área gubernamental llamada SIEMPRO (Sistema de Información, Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales), que comprobarían que “la pobreza tuvo su pico máximo en el primer trimestre del 2024, alcanzando el 54,8%”, y luego disminuyó hasta el mencionado 51% “en el segundo trimestre”, una tendencia que el oficialismo “espera que continúe”. Los datos, obviamente, no son los mismos que los publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) más temprano.

Allí no acaba: de acuerdo con la versión divulgada enérgicamente por Pettovello, la “desaceleración” se explica por “la efectividad del programa económico, que ha reducido drásticamente la inflación, generando condiciones para la recuperación de los salarios”. En ese sentido, Capital Humano sostuvo que “intensificó sus esfuerzos para reforzar los programas” de asistencia social como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, lo que hizo que la pobreza en la niñez registre “un menor aumento respecto a otros grupos poblacionales”. Un análisis llamativo, cuanto menos, en una Argentina que arde.