Tanto se discutió y se negoció, tantas repercusiones políticas generó, y cinco minutos después el proyecto de la planta de GNL estaría a punto de caerse debido a la retirada de Petronas, la empresa que, junto con YPF, iba a instrumentar la mega inversión histórica adjudicada en Río Negro -y no en Buenos Aires- por impulso del presidente Javier Milei. Ni el RIGI, ni el patrocinio oficialista, ni los informes de la petrolera argentina parecen haber convencido a la compañía malaya, que hoy estaría “un 95% afuera” de la obra.

No hay planta: pese al ímpetu del Gobierno Nacional y al inicio oficial de la planificación del imponente proyecto que traería al país una inversión cercana a los 30.000 millones de dólares, una noticia de último momento sacude la macroeconomía argentina. La adjudicación de la obra en la provincia de Río Negro en lugar de Buenos Aires, destino que las empresas habían escogido previamente para el desembolso, le pone el broche de oro a una cuestión que fue rápidamente polemizada por la política y que, sin embargo, podría quedar en nada.

El rumor de la salida surgió cuando se conoció que la compañía malaya se encontraría “un 95% afuera” del proyecto que planteaba instalar una importante planta de Gas Natural Licuado en el país. La información fue luego aludida directamente por el titular de YPF Horacio Marín: “En este momento, Petronas tiene la opción de continuar o no con el proyecto. Hay que desdramatizar la situación, son decisiones empresariales. Yo no tengo información sobre cuál sería la decisión de Petronas”.

La mención cayó como una bomba en la política argentina, cuyas principales figuras batallaron con uñas y dientes semanas atrás para determinar si la planta se instalaría en Buenos Aires, como pedía el gobernador Axel Kicillof y estaba pautado de antemano, o en Río Negro, como terminó sucediendo por los acuerdos entre Milei y los privados involucrados en la negociación. En ese entonces, el Presidente afirmó que la balanza se inclinó por la aprobación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), aunque la eventual salida de Petronas daría por tierra con esa teoría.

Pero se trata, más allá de todo, de una inversión histórica, por lo que sobran los motivos para retenerla. En ese sentido, tanto Marín como las autoridades políticas salieron a afirmar que el proyecto continuará sin importar la definición de Petronas. Así lo afirmó el gobernador rionegrino Alberto Weretilneck: “Habría alternativas de inversión con otros socios. No tengo dudas de que la planta de GNL se va a hacer; después veremos si es con Petronas, si no es con Petronas… Es una decisión empresarial, comercial, financiera, entre las dos petroleras, pero no está en riesgo el proyecto”.

Entretanto, la oposición bonaerense que en su momento cuestionó la adjudicación de la obra a la Patagonia por considerarlo una decisión ideológica no escatimó y salió al cruce del Presidente para responsabilizarlo por la retirada del socio extranjero. En estas palabras lo puso el intendente de Castelli Francisco Echarren: “Se cae la inversión de Petronas. Milei se hizo el canchero y trasladó la inversión solo para joder a Kicillof. Bueno, ahora Petronas da de baja la inversión porque no le sirve el lugar. Milei se va a tener que meter el RIGI en el ojete”.