Este jueves se conoció el Radar Pyme del cuarto trimestre del 2024, un instrumento de relevamiento con el que la Asociación de Empresarios y Empresarias Argentinas para el Desarrollo Argentino (ENAC) monitorea regularmente el estado del sector industrial Pyme. Unos 250 empresarios de 16 provincias respondieron la encuesta, cuyos resultados revelaron el trágico estado del sector al finalizar el primer año de gestión de Javier Milei.

En primer término, el dato que resalta es el de la capacidad industrial utilizada, que según ENAC terminó el 2024 en un promedio del 53,8%, bien por debajo del 60% que es considerado un piso estándar en el sector. Ese promedio, sin embargo, tocó un fondo mucho peor en el primer semestre del año cuando el país entró en una “profunda recesión productiva durante las elecciones producto de la condiciones económicas de coyuntura, fundamentalmente sobre stocks, y el arribo de un nuevo Presidente con un manifiesto plan anti productivo”.

En el primer semestre del año pasado la capacidad industrial utilizada cayó 12 puntos en su promedio, pasando del 62% de fines del 2023 a un 50%. Según ENAC, “este primer desplome de 12 puntos de caída de la capacidad industrial utilizada provocó el cierre de alrededor de 1200 industrias cerraron durante el 2024, 50% de la Provincia de Buenos Aires”. Con la tibia levantada en la segunda mitad del año, el sector terminó el 2024  consolidando una pérdida del 5% respecto del 2023.

Tragedia industrial Pyme: Los preocupantes números con los que el sector cerró el 2024

Los números fueron para atrás en varios otros ítems del sector. En materia de ventas, el 64.95% de las industrias reportó ventas razonables en el 4to trimestre de 2024, un leve repunte respecto al trimestre anterior (63.3%), pero aún por debajo del mismo período de 2023 (68.53%), informaron desde ENAC.

La inflación, supuestamente domada por el Gobierno nacional, siguió siendo un grave problema para las industrias Pyme hasta fines del año pasado. Los costos para los industriales Pyme se incrementaron un 22,59% en el último trimestre del 2024, casi el triple del 8% que subió el IPC. Lo mismo sucedió con los precios de los productos de esas industrias, que subieron un 18% contra el 8% de la inflación general.

Ese desorden entre costos y precios, sumado a la recesión y la caída del consumo, llevó a que sólo el 49.4% de las industrias Pyme tuvieran una rentabilidad positiva en el cuarto trimestre del 2024. Como contraposición, un 19,14% reportó una rentabilidad negativa en ese período.

Tragedia industrial Pyme: Los preocupantes números con los que el sector cerró el 2024

“Todo este escenario concluyó en que a lo largo del 2024  una de cada tres industrias despidiera, en total alrededor de 40.000 trabajadores, que son los mejores remunerados, registrados, privados y de alta calificación del mercado”, sentenciaron desde ENAC.

Las expectativas tampoco mejoran demasiado hacia adelante en el sector, según lo relevado por la asociación empresaria. El 49.4% de los empresarios industriales considera que la situación económica del sector empeorará en 2025 con respecto al ya mal 2024. A su vez, el 69.23% de las industrias no planea incorporar trabajadores en el próximo trimestre, complicando la problemática creciente del desempleo.

En un país cada vez más orientado a las exportaciones y el orden macroeconómico y en detrimento del consumo interno, “el 72.1% de las industrias considera que la caída del mercado interno será el principal limitante para el crecimiento en 2025”, informaron desde ENAC. Otro dato revelado por la asociación de empresarios enciende alarmas: 6 de cada 100 Pymes industriales consideran que están en peligro su continuidad en este contexto.

Con la apertura indiscriminada de las importaciones, el auge de carry trade y el modelo financiero, y todos los esfuerzos productivos puestos en el sector primario y exportador, el horizonte aparece oscuro para el sector industrial argentino y mucho más aún para los pequeños y medianos empresarios de ese universo. Cada vez más lejos el país de la producción y el trabajo, de fuerte mercado interno, que supo marcar la idiosincrasia cultural argentina. La refundación libertaria va a fondo, y piensa llevarse puesta la industria nacional.