Tras un par de semanas en las que dejaron de estar en el centro de la escena, las tensiones al interior del peronismo bonaerense están lejos de apaciguarse. En pleno proceso de recomposición y rediscusión de rumbos y liderazgos a seguir, cualquier movimiento de un sector puede ser visto como una disputa por parte de otro, en un contexto general donde las viejas (y no tanto) diferencias afloran casi con mayor facilidad que los puntos comunes para la construcción de una alternativa política a Javier Milei. De fondo, se recorta la tensión entre encarar y saldar esas diferencias para llegar reordenados al decisivo 2025 electoral, o enfocarse sólo en la batalla política al Gobierno nacional, arriesgándose a que las internas exploten en momentos decisivos de cierres de listas o en la campaña.

Uno de los actores que viene con una fuerte actividad y despliegue por buen parte del territorio bonaerense es el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. El jefe comunal camina la provincia llevando la conducción y el liderazgo de Kicillof como una de sus banderas, así como también fortaleciendo armados propios en lo que podría proyectarse hacia adelante como una estructura para competir por la gobernación, en un 2027 que tendría al actual gobernador como candidato presidencial.

Ferraresi arma en Quilmes y recalienta la interna del peronismo bonaerense

En ese marco, una actividad pautada para este lunes agitó las aguas del peronismo bonaerense, que no terminan de calmarse nunca. Y es que bajo la consigna “La Patria no se vende”, que viene siendo la bandera de Kicillof y fue el lema del encuentro de la militancia organizado por el gobernador en Florencio Varela, un grupo de dirigentes alineados con Ferraresi desarrollarán un nuevo encuentro, con la presencia del intendente y en territorio gobernado por La Cámpora. En un local de Peronismo de la Soberanía, sito en la calle Pampa 5455 de Bernal Oeste, desde las 16 horas del lunes el grupo de dirigentes peronistas que no se encuadra bajo la conducción de Mayra Mendoza convocan a un plenario de discusión política con presencia de Ferraresi y con otra sugestiva consigna: “Todos y Todas con Axel”.

De hecho, la imagen del flyer de la convocatoria es una foto del jefe comunal de Avellaneda junto al gobernador bonaerense, quien no se llevó las mejores sensaciones en sus últimas visitas a Quilmes. “Hay una construcción amplia del peronismo ahí”, señalan a Diagonales desde la tierra de Ferraresi como explicación al evento. Por su parte, desde la gobernación bonaerense afirman no tener injerencia en el mismo, “no tenemos idea, no es una actividad nuestra”.

Ferraresi arma en Quilmes y recalienta la interna del peronismo bonaerense

En las filas de Mayra Mendoza la convocatoria no cayó nada bien. La jugada se emparenta con el movimiento de fines del año pasado de Ferraresi en el vecino distrito de Lanús, donde el intendente de Avellaneda mandó a romper el bloque oficialista de UP para conformar un monobloque con la concejala Belén Berruco, de la agrupación Eva Perón, que le responde. En ese mismo distrito, gobernado desde diciembre por el camporista Julián Álvarez, fue donde en febrero Ferraresi afirmó una frase que hoy recuerdan en Quilmes como el verdadero motivo de su avanzada en el municipio: seguramente en el año 25 nos va a encontrar en lugares distintos, no nos va a encontrar en los mismos lugares, entonces para qué vamos a perder tiempo. Ya tenemos que empezar a construir”. La referencia era, por supuesto, para con La Cámpora.

“Para nosotros hacer esto en este momento es torpe, funcional a Milei y debilita al gobernador porque divide al peronismo. Con esta estrategia se pierde el 2025 en la PBA seguro”, señalaron fuentes del municipio quilmeño a Diagonales. Y es que la tensión no es nueva y ya tuvo episodios calientes en los que también hay que enmarcar el acto del lunes.

Ferraresi arma en Quilmes y recalienta la interna del peronismo bonaerense

Uno de los dirigentes que convoca al acto del lunes Ariel Burtoli, quien hasta diciembre era el presidente del bloque de UP en el Concejo Deliberante de Quilmes. Por diferencias internas, Burtoli se alejó de la conducción de Mayra Mendoza y comenzó a alinearse con sectores más cercanos al gobernador, como el que intenta impulsar Ferraresi. Días atrás, mientras participaba de un acto en homenaje a los Mártires del Peronismo del 9 de junio de 1956, a Burtoli le escracharon su camioneta, que apareció con una pintada de punta a punta que decía “traidor”.

“Hoy los pibes de La Cámpora, en el acto del 9 de junio. Se ve que están nerviosos, así dejaron mi camioneta”, expresó el edil, responsabilizando directamente a las filas de Mendoza por el escrache. Ferraresi se solidarizó en X con Burtoli por este hecho en la previa al acto del lunes.

X de Jorge Ferraresi

El otro convocante es Gabriel Berrozpe, referente de Peronismo de la Soberanía y una figura joven que tiene como referencia a Susy Paz, militante de muchos años y fundadora del Movimiento Teresa Rodríguez en Quilmes, que siempre fue la pata izquierda de las opciones nacionales y populares del kirchnerismo. Berrozpe, de hecho, se presentó como candidato a intendente del distrito el año pasado, buscando competir con Mayra Mendoza.

Así como en Lanús Ferraresi alineó a dirigentes enfrentados a La Cámpora, el acto del lunes parece ser una réplica de ese movimiento pero en territorio quilmeño. No son, sin embargo, los únicos movimientos del jefe comunal de Avellaneda. Hace unos días, el jefe comunal compartió un encuentro similar con un sector del peronismo de Tres de Febrero, que tiene como máxima referencia al ex intendente Hugo Curto. En el distrito la principal figura del FdT/UP en los últimos años venía siendo Juan Debandi, otro camporista. Semanas atrás, Ferraresi también participó de un encuentro de militantes en el municipio de San Fernando, gobernado por el massista Juan Andreotti, que generó un importante revuelo en el Frente Renovador y tensó las relaciones entre el ex candidato presidencial y el gobernador bonaerense.

Ferraresi arma en Quilmes y recalienta la interna del peronismo bonaerense

En las filas de La Cámpora critican esos movimientos de Ferraresi, e interpretan que en lugar de hacer crecer la figura de Kicillof, en lo concreto terminan debilitando al conjunto del peronismo. “No piensan con grandeza, ni humildad, ni generosidad para sostener el proyecto político y fortalecerlo, hacen todo por especulaciones individuales electorales, sin pensar en la situación social. Que hagan, lamentablemente están haciendo mal”, sentencian.

La interna bonaerense del peronismo está lejos de acabarse y promete nuevos capítulos. El horizonte de las elecciones internas del 17 de noviembre aparece como un posible punto de saldo y síntesis, aunque el alcance de las tensiones y sus repercusiones aún no pueden medirse. Mientras Javier Milei avanza, la reorganización peronista sigue su curso ante el difícil desafío de plantar una alternativa potente que aglutine y contenga a todos, a la vez que se presente como algo que pueda recuperar la representación de la sociedad que el Gobierno nacional no cesa de agredir. Por lo que se ve, aún falta mucho para eso.