El alcalde de Tres de Febrero Diego Valenzuela fue el primero, pero ciertamente no el último, intendente del PRO en dar el paso a La Libertad Avanza (LLA). Según trascendió, dentro del propio partido lo seguirá pronto el mandamás de General Pueyrredón Guillermo Montenegro, un dirigente de origen amarillo que escaló su presencia mediática por la temporada de verano y no teme mostrarse cada vez más afín al presidente Javier Milei y a los mandatos del “mercado”. Sin embargo, mientras tanto, en Mar del Plata las obras públicas las hace el Gobierno bonaerense de Axel Kicillof.

La gestión de la Provincia ha intentado ser tan daltónica como puede. Sin pararse a ver colores políticos, ha procurado distribuir equiparadamente medidas, proyectos y reuniones más allá de la afiliación partidaria de uno u otro intendente. El anuncio del ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense Gabriel Katopodis no es la excepción: este lunes, el funcionario del riñón kicillofista confirmó la licitación de la obra que busca restaurar y poner en valor la icónica Rambla de Mar del Plata.

X de Gabriel Katopodis

Hoy se licitaron las obras sobre la Rambla para recuperar un patrimonio que es referencia y orgullo de Mar del Plata, y también de todos los argentinos. Esta es una ciudad maravillosa que nuestra gente siempre elige como destino para disfrutar como familia y que debemos preservar. Estamos convencidos de que en la defensa de la identidad cultural e histórica de nuestra Provincia seguimos construyendo futuro para los bonaerenses”, comentó sobre el proyecto, que abarca 31.500 m² de espacios del Casino Central y el Hotel Provincial.

Mientras tanto, Montenegro se prepara para su salto a las fuerzas del cielo agitando las principales banderas libertarias, entre ellas la “mano dura” y la ofensiva contra las personas en situación de calle y los “trapitos”. Ayer mismo, el dirigente oficialista compartió un video promocional de la ciudad balnearia junto a la leyenda “100% privado”. Varios comentarios le avisaron que en la propia Mar del Plata, Kicillof -y no Milei ni mucho menos el mercado- se encargan de las obras que el municipio no puede afrontar.

X de Guillermo Montenegro