La respuesta a la pregunta del título de esta nota es Depende . Si bien pueden existir en cada sujeto o en la sociedad categorías para encapsular comportamientos y clasificarlos, en el caso de las infidelidades, como propensos o no a ellas. Lo cierto es que cada pareja es única y aún más, cada persona lo es en su momento; por lo que, por ejemplo, algunas personas han sido muy infieles con algunas parejas y en otras directamente, no lo han sido.

Como el tema es amplio y tal vez controversial, Diagonales consultó a la psicoanalista Any Krieger, miembro de APA, Asociación Psicoanalítica Argentina, para tener un punto de vista profesional acerca de las infidelidades, que hasta incluso muchas veces son fantasmas de una traición que en definitiva nunca existió, pero que en determinada circunstancia de la pareja dio a lugar.

Las infidelidades, más que los infieles como una categoría que separa a los fieles de los infieles, es una categoría imaginaria porque las infidelidades son variadas, son distintas, son una por una, tienen que ver con situaciones muy puntuales, con momentos de la vida del sujeto, entonces ponerlo en una categoría general o en una clasificación es absolutamente arbitraria, y tiene para mi, un tinte de segregación, explica Krieger.

Hay personas que describen a su pareja como infiel y el entorno puede tender a caratularlo de esa forma, pero en el núcleo de la pareja la cuestión podría no ser tan así. Habría que evaluar si realmente se concretó esa traición que el otro supone, y luego si fueron todas las veces que cree, como también, si en otras relaciones se comportó de esa manera, y en definitiva por qué lo hizo.

No se puede categorizar, porque ahí congelamos la idea de las infidelidades y nos desviamos de la posibilidad de encontrar verdades de los comportamientos humanos dentro de las relaciones. Son situaciones que son únicas e irrepetibles, por más que se puedan sumar en la vida de un sujeto, porque muchas veces la mayoría tiene que ver con un malestar que a veces arranca desde la historia muy temprana del sujeto, y otras veces, es porque en la relación en la que está no encuentra su lugar . 

Any agrega que las infidelidades son avatares de ese sujeto en su vida sentimental. Hay diferentes situaciones de infidelidades y hay algunas que pueden ser compulsivas por la angustia, y una salida de esa angustia puede ser la infidelidad, otra es que esa pasión o el deseo dentro de una relación se haya perdido, pero es algo de los dos y una salida puede ser una infidelidad. Otras veces hay infidelidades que tienen que ver con una puesta en acto de reconstruir una mejor imagen de sí mismo.

Por otra parte, diera la sensación que en esta época, el contexto facilitara las infidelidades o que fueran más naturales, tal vez la existencia y el uso intenso de las redes sociales colaboren para que pueda llegar a pensarse esto, pero es otra cuestión relativa y aparente, dado que desde siempre han existido las infidelidades. De todos modos, como dice la psicoanalista, no se le pueden echar las culpas a las redes sociales, cada uno las usa como quiere y puede.

En definitiva, Any Krieger opina que Las infidelidades tienen que ver con la naturaleza humana. En una época se llamaban triángulos amorosos. Ésta es una época más desordenada. De repente uno puede hablar de triángulos amorosos, pero las redes dan la posibilidad de una mayor amplitud de sujetos que interactúan entre ellos al mismo tiempo. Por ejemplo, el otro día, me decía un hombre, yo nunca estoy solo porque ahora gracias a Tinder, los lunes veo a Martita, los martes a Silvita y los miércoles a Cora& . De todos modos, habría que ver si eso es infidelidad".