El caso de la detención de la dirigente social jujeña Milagro Sala ha sido analizado y criticado por organismos internacionales de derechos humanos y ha significado un fuerte dolor de cabeza para el gobierno de Mauricio Macri. Si bien en un principio sirvió como un ejemplo de lo que le  ocurriría a aquellos dirigentes que se atrevieran a revelarse ante el actual gobierno, ahora ya es un verdadero problema ante las manifestaciones expresas de la Organización  de las Naciones Unidas (ONU) y de los jefes de la Organización de Estados Americanos (OEA). 

Recientemente se supo que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el director ejecutivo de Human Rights Watch Americas, José Miguel Vivanco, volvieron a ejercer la presión internacional para que el mandatario argentino intervenga en la provincia jujeña comandada por Gerardo Morales para garantizar la liberación de Sala, quien está presa desde hace diez meses. 

El presidente argentino ya habría tomado cartas en el asunto y junto a un grupo de expertos analizarían exigirle al gobernador Morales la liberación de la líder de Tupac Amaru antes de fin de año. El objetivo no sería otro que el de cumplir con el pedido de organismos internacionales y mostrarse ante la opinión pùblica como un verdadero estadista y que el real costo político lo pague Morales, ya que Macri no quiere ver aún más afectada su imagen sobre todo a nivel internacional. 

Uno de los principales impulsores de esta teoría es el secretario de Derechos Humanos de la gobernadora María Eugenia Vidal, Santiago Cantón. Además, desde el entorno del Presidente saben que la presión va a ir aumentado y están preocupados por la imagen internacional de Macri. 

Cabe señalar que ante una carta enviada por Sala en la que les pide que intercedan por su liberación, el secretario general de la OEA, Almagro hizo un firme llamado a que la liberen y reitera los postulados del Comité sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU "El más firme apego al pleno respeto de los derechos civiles y políticos, a la libertad de expresión, así como a las garantías del debido proceso y al no abuso del instituto de la prisión preventiva me convencen de la necesidad de su inmediata liberación". 

Además el contundente pedido de  Vivanco, quien dijo que "Mauricio Macri debe exigirle a Morales que libere a Milagro Sala y garantice un juicio justo" fue el detonante para que el máximo mandatario se defina por el camino antes mencionado.

La liberación de Sala es inminente y sería antes de fin de año.