La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal otorgó la prisión domiciliaria al represor Miguel Etchecolatz en el marco de la causa denominada Pozo de Banfield, gracias a los votos de Eduardo Rafael Riggi y Liliana Elena Catucci; pero como tiene otras causas pendientes, la medida no se hará efectiva.

Con el voto en contra de Ana María Figueroa, y la aceptación de los argumentos del defensor del represor, Liliana Catucci y Eduardo Riggi lograron otorgarle el beneficio a Etchecolatz. De todas maneras, deberá continuar detenido porque la sala número 4 de la Cámara de Casación, la semana pasada le denegó la prisión domiciliaria por la causa que investiga el centro clandestino de detención Infierno, ubicado en Avellaneda. 

Los defensores de Etchecolatz presentaron el pedido frente a la Justicia justificándose en el estado de salud del genocida y aseguraron que "es grave, delicado y progresivo de forma irreversible, que no puede ser tratado adecuadamente en un centro de detención que carece de la infraestructura necesaria para un paciente de la avanzada edad y características del nombrado". A la vez que remarcaron que se trata de un paciente de "riesgo de muerte súbita, que lo coloca en situación de vulnerabilidad, a diferencia de lo que ocurriría de encontrarse en su domicilio".

Al respecto, la jueza Figueroa rechazó el pedido por considerar que "no ha logrado acreditar en el caso de qué manera la prisión morigerada implicaría un beneficio para la salud de su asistido, máxime teniendo en cuenta que se encuentra alojado en el Hospital Penitenciario Central de Ezeiza bajo observación médica constante, donde cuenta con los cuidados y la atención para sus patologías". Pero no fue suficiente para denegar el pedido ya que sus pares Catucci y Riggi dieron el sí.

Cabe señalar que hace dos semanas, la Corte Suprema de Justicia avaló el arresto domiciliario para el militar condenado por delitos de lesa humanidad, Felipe Jorge Alespeiti, de 85 años a lo que, la abogada querellante en causas de derechos humanos, Guadalupe Godoy advirtió que "vamos en camino a la domiciliaria de todos los represores" después de tal fallo.

Finalmente, explicó que "sólo es cuestión de tiempo" y concluyó "no va a ser masiva de una sola vez sino que va a ser por goteo".