Los Leones siguen rugiendo fuerte en cada torneo que les toca representar la bandera nacional y muestran que la obtención de la presea dorada en Río 2016 no fue casualidad. En esta ocasión los dirigidos por el Carlos “Chapa” Retegui llegaron a la final de la Liga Mundial que se está disputando en India.

Pero estos pasos gloriosos no son casualidad. En nuestro país ponemos la mirada solamente en el fútbol y sus raíces; y no nos enteramos qué pasa con las otras disciplinas que dejan la bandera celeste y blanca bien arriba. Bajo el lema del Chapa, de sacrificio y esfuerzo, los jugadores argentinos se prepararon en el CENARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) durante meses de cara al torneo internacional.

Los gritos y el aliento de Retegui, que es un obsesivo en el trabajo y continuamente busca sacar el espíritu amateur del jugador, se ven reflejado en los resultados. Si bien Los Leones no comenzaron bien en la zona de grupo, ya que no consiguieron triunfos (perdieron con Bélgica y España e igualaron con  Holanda) pudieron sacar su garra en la segunda fase cuando muchos lo daban por muertos.

Los dueños del primer puesto en el ranking FIH (Federación Internacional de Hockey), sacaron su garra y consiguieron la primera victoria cuando solamente existe la posibilidad de ganar. La víctima en los cuartos de final fue Inglaterra y en un partido trabado consiguieron ganar 3 a 2 con goles de Lucas Vila, Matías Paredes y Juan Gilardi.

La semifinal fue contra el dueño de casa, India. Pero la presión del público no mareó a Los Leones y dentro de la cancha demostraron porque no hay que dar por vencido a una fiera. Victoria por la mínima con gol de Gonzalo Peillat bajo la lluvia de la ciudad de Bhubaneswar y pase por primera vez a la final de este torneo.

La unión del grupo y la alegría del plantel se vieron plasmadas en el festejo que reinó en el centro del estadio. Pero saben no se puede quedar con esto y  que mañana por la mañana ante Australia deben rugir nuevamente.

Más allá de resultado final, Retegui  y compañía nos dan una nueva alegría al pueblo nacional, pero  nos marcan una nueva enseñanza. Una lección que tenemos que aprender todos los periodistas y argentinos, la de dejar de ser tan obsesivo con el fútbol y desviar la mirada en otros deportes, que nos dan la posibilidad de disfrutar de aquello que no podemos conseguir con el deporte anteriormente mencionado.

Sin dudas, hay que agradecerles por dejar la bandera bien arriba y por hacernos entender que ustedes son un camino para alcanzar la gloria.