¿Qué pasa si llamás al 144 como dice Adorni?
El Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) expuso un tremendo desfinanciamiento en todas las políticas contra la violencia de género. La Subsecretaría ejecutó un 80% menos de presupuesto real que el año pasado, se despidió al 85% de su planta laboral y todas las políticas para reducir la desigualdad de género sufrieron una ejecución 23% menor que en 2023.
“La línea 144 está abierta las 24 horas para asistir a todas aquellas personas que sufren violencia por motivos de género. Fin”. El escueto y polémico tuit que el vocero presidencial, Manuel Adorni, publicó ayer a las 16:39, momento exacto en el que empezaba a estallar la bomba política por la denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández por violencia de género, provocó un importante revuelo en las redes. Y no es para menos. El nivel de cinismo por parte del principal encargado de poner su cara de piedra al frente de toda polémica generada por el Gobierno libertario alcanza niveles estratosféricos, confirmados una vez más por su participación en el tema que tocó como pocos la sensibilidad de la sociedad argentina.
Que el Gobierno tiene un gigantesco aparato de comunicación paraoficial operando en las redes sociales, comandado por Santiago Caputo desde la Rosada y financiado desde el Estado no es ninguna novedad. Que desde ese dispositivo La Libertad Avanza ataca e intenta disciplinar a propios y extraños permanentemente, tampoco. Lo que resulta indignante, aunque ya tampoco sorprende, es que los propios funcionarios del Gobierno se suban a discusiones importantes y medulares de una sociedad en crisis con el solo objeto de generar mayor crispación y utilizando información de una manera falaz y provocadora.
La denuncia de la ex primera dama viene siendo utilizada para atacar toda una agenda de reivindicaciones y defensa de políticas públicas planteada por el movimiento feminista, políticas que vienen siendo sistemática y arbitrariamente desmanteladas por el Gobierno de Javier Milei. Por eso, que Adorni promocione la línea telefónica a la que las mujeres pueden acudir en caso de sufrir violencia de género mientras su gestión la desfinancia y la achica, limitando su capacidad de incidencia real sobre la sociedad, es un acto de caranchismo político que no puede pasar por alto.
El Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) realiza un monitoreo sobre la aplicación y la ejecución presupuestaria en torno a todas las políticas destinadas a prevenir y asistir las problemáticas de violencia de género, y las abocadas a reducir la desigualdad de género. Datos del primer semestre del año muestran un violento retroceso presupuestario en toda el área comparado contra el mismo período de 2023, que no puede entenderse de otra forma más que como el desinterés real del Gobierno por estas problemáticas sobre las que Adorni busca montarse para ventajear en términos políticos cuando la economía no muestra resultados.
ELA denunció que un total de 19 políticas públicas contra las violencias vienen siendo desmanteladas en la actual gestión, con el despido del 85% de las personas que trabajaban en el área. La Subsecretaría que hasta algunas semanas abordaba las problemáticas de género sufrió un 80% de reducción de la ejecución presupuestaria en términos reales si se compara el primer semestre de 2024 con el mismo período de 2023. Lejos de la idea de un despilfarro de recursos que la gestión libertaria pretende asociar a estas políticas, el presupuesto de todo el ex Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad significó apenas el 1,6% del presupuesto total del año pasado.
Excediendo las políticas que se contenían en la Subsecretaría específica, el recorte también es significativo. En el primer semestre de 2024 se ejecutó un -23% del presupuesto destinado a todas las políticas para reducir la desigualdad de género en relación al mismo período de 2023.
La línea 144 es quizás una de las políticas de mayor alcance e inserción en la sociedad de todas las que abordan problemáticas de género. Fue creada en el 2013 por la Ley 26.485, y desde entonces recibió más de 946.400 llamados, según informó el monitoreo de ELA. En el primer trimestre del 2023, fueron 87.171 las personas que se contactaron con el Estado a través de esa línea. En el primer trimestre del 2024, ese número de personas asistidas cayó a 59.645.
La ejecución presupuestaria interanual de la línea 144 se redujo en un 28% en el primer semestre del año, según los números de ELA. Más aún, la organización feminista informó que en junio se despidió al 38% de las personas que trabajaban atendiendo esos llamados, generando que quedaran turnos enteros con sólo 2 personas para atender las cientos de consultas diarias, que muchas veces tienen un nivel de urgencia impostergable.
Uno de los motivos que más llamados genera en la línea son las consultas por el programa Acompañar, una ayuda económica para mujeres que la necesitan para poder salir de situaciones de violencia de género y que también sufrió un fuerte recorte en lo que va del año. En el primer semestre, el 144 recibió unas 10.000 consultas por este programa, pero el Gobierno ejecutó un 82% menos de lo que la gestión anterior le destinó en el mismo período. En el primer trimestre del 2023, 34.023 personas recibieron el Acompañar. En el primer trimestre del 2024 sólo lo recibieron 434, una reducción de más del 98%.
Estas son sólo algunas de las políticas públicas que el Gobierno Milei y Adorni viene desmantelando sistemáticamente, y que hoy deberían estar en el centro de la agenda ante la evidencia de cuán necesarias son para el conjunto de la sociedad, tal como expone el hecho de que la mismísima primera dama pueda ser una víctima. La transversalidad de una problemática estructural requiere intervenciones profundas y estructurales por parte del Estado. El Gobierno haría bien en dejar de vender humo en las redes sociales, y dedicarse a construir respuestas efectivas para las múltiples problemáticas sociales en las que hoy la ciudadanía argentina se encuentra mucho más desprotegida que cuando sus referentes prometían en campaña soluciones mágicas que siguen brillando por su ausencia.