Carlos Tomada: “El límite del ajuste es la paciencia de los ajustados”
El ex ministro de Trabajo conversó en exclusiva con Diagonales. Hasta dónde sigue el ajuste y cuánto puede crecer el desempleo. La reestructuración del peronismo frente a la certeza del fracaso del Gobierno. El nuevo mundo del trabajo y sus desafíos.
Carlos Tomada recibe con amabilidad a Diagonales en su estudio cercano al Congreso, y el inicio de la charla se demora entre anécdotas y fotos. Las que ilustran estas líneas y las que cuelgan de sus paredes. Un marco encuadra cuatro imágenes de sus distintas designaciones como ministro de Trabajo en los tres gobiernos kirchneristas. La primera es con Néstor Kirchner, las otras tres con CFK. “Mirándolas, con el tiempo, me di cuenta que tengo puesta la misma corbata”, cuenta distendido y revelando su amuleto. Las historias siguen por el cartelito que los metrodelegados le dejaron tras una reunión de cierre del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, “a los que Cristina vino los ochos años como presidenta”, y le sugería reclamarle a CFK que le firmara “la inscripción a los pibes del subte”.
La tarde entera podría irse entre anécdotas con quien fuera el ministro de Trabajo con mayor duración en el cargo en toda la historia. Uno de los pocos que atravesó la totalidad de los 12 años de apogeo kirchnerista, a partir de conducir un proceso de recuperación de un desempleo que al inicio de aquel ciclo superaba el 20% y que terminó en el orden del 6%, con millones de puestos de trabajo creados en el sector privado y el público. Su experiencia continuó en la jefatura del bloque kirchnerista de la Legislatura porteña durante el macrismo, y Alberto Fernández lo designó en 2020 como embajador en México. Desde esa trayectoria Tomada arriesga que el proceso actual “está acabado” por ser un “revival del fracaso de Macri”, interpreta como una debilidad los niveles de agresividad de Milei y alerta sobre la necesidad de proponer una alternativa, no sin antes aclarar que las recuperaciones del peronismo “nunca fueron tarea de 15 minutos”. Charla a fondo en el contexto de la reforma laboral, el aumento del desempleo, la caída del salario y la recesión económica.
¿Cómo definirías el momento actual del país?
-Estamos enfrentando una de las ofensivas más brutales en democracia en aras del desmantelamiento del modelo socio productivo que hace muchísimos años otorga un lugar central a la industria y la organización gremial de trabajadores. Ese ha sido el objetivo sistemático y permanente de los sectores reaccionarios, el neoliberanismo, los sectores dominantes, en las tres oportunidades que tuvieron de ser gobierno y buscar instaurar una hegemonía. Siempre utilizaron las mismas políticas, los mismos discursos, e incluso las mismas palabras, a veces yo creo que como muestra de perversidad. Me refiero a la dictadura cívico militar, los noventa y el macrismo. Ahora estamos frente a la cuarta.
“ESTAMOS ENFRENTANDO UNA DE LAS OFENSIVAS MÁS BRUTALES EN DEMOCRACIA”.
El modelo de país que tiene Milei, según él mismo dice, es la Argentina de fines del siglo XIX, un país de pocos, basado en la exportación de carne y granos, con inmigrantes y criollos pobres. Esa es la Argentina que quieren reconstruir. La industria es no es compatible con el modelo de sociedad que el pretenden.
¿Cómo se explica Milei presidente?
- Por varias razones. Si solamente se pudiera explicar por Alberto Fernández es cuestión de que lo cambiemos Alberto y se acabaron los problemas. Por un lado está el ascenso de las derechas del mundo, un fenómeno mundial. Por otro, la narrativa que culpa por todo lo que nos pasa a los sindicatos, el Estado etc. es un una construcción, un triunfo en la batalla cultural de los 40 años que tenemos de neoliberalismo. Que se pasaran años diciéndole a la gente que el Estado tiene la culpa de todo, nunca la financiarización de la economía, nunca los monopolios, nunca otras explicaciones, bueno, eso explica por qué entró tan fácilmente el discurso de “vamos a romper todo el Estado”. Y, por supuesto, también el hecho de que nosotros, nuestro gobierno, no dio respuesta a los problemas de los argentinos y argentinas.
¿Por qué no llegaron esas respuestas?
- El peronismo nace para representar un determinado sector de la sociedad y solucionarle los problemas, representar a los más humildes, a los trabajadores, ese es su lugar en la historia. Y cuando no cumple ese papel fracasa y pierde identidad. Es lo que nos ha pasado y no sirve de nada ni la pandemia, ni la sequía, ni el hecho de que en muchas cosas el Gobierno de Fernández haya sido bueno o no haya cometido las barbaridades que se están cometiendo ahora. De hecho, en años no sacó una sola ley en contra de lo trabajadores, por ejemplo. Sin embargo el no cumplir con ese mandato o haberlo cumplido a medias, sumado al fracaso previo del macrismo, hizo que se agotaran todas las expectativas de obtener cualquier respuesta. Ahí es donde emergen monstruos, y acá tenés uno.
Ya hay miles de puestos de trabajo y empresas perdidas. Fuiste parte de un proceso al que le tocó levantar un país con crisis de producción y trabajo. ¿Cuánto cuesta recuperar el aparato productivo de un país?
- No lo sé. Lo que sí es cierto es que después de cada uno de esos procesos no volvemos al punto de partida, sino que arrancamos más abajo. Ellos pueden hacerlo porque destruir es fácil, su receta es siempre el ajuste, entonces llegan, destruyen y después nosotros tenemos que reconstruir sobre lo que ellos rompen.
“DESTRUIR ES FÁCIL. NOSOTROS TENEMOS QUE RECONSTRUIR LO QUE ELLOS ROMPEN, Y CUESTA MUCHO”.
Y cuesta mucho. Por ejemplo, Néstor y Cristina recuperaron importantes empresas del Estado, pero no todas. Con la deuda se logró una gran quita con acreedores privados y cancelar con el FMI, pero vino Macri y nos dejó una deuda infernal, la más grande de la historia del Fondo, que también nos jugó en contra en el último gobierno. La escalera es siempre para abajo y cuando subís no volvés al punto de partida. Para nosotros va a ser muy importante, si es que alguna vez volvemos, la recuperación del aparato productivo. Porque estos tipos van contra de la Argentina industrial que nosotros queremos, estamos viviendo un ocaso del proceso de industrialización.
¿Cuál puede ser el impacto social de los despidos y cierres de empresas?
- El límite del ajuste es la paciencia de los ajustados. Esto va a seguir, no se decir hasta cuándo, pero lo que sí sé es que hubo una reacción del pueblo muy fuerte, obviamente muy disimulada por los medios, frente a las primeras medidas.
“EL LÍMITE DEL AJUSTE ES LA PACIENCIA DE LOS AJUSTADOS”.
La movilización de la CGT de enero, la movilización de las mujeres, la extraordinaria movilización en defensa de las universidades. Yo creo que eso fue una de las razones por las cuales no han podido avanzar más de lo que avanzaron. Tampoco se puede hacer una movilización todos los días, pero creo que el pueblo ha dado testimonio, esas movilizaciones no fueron solamente de militantes. Y no olvidemos una cosa, a nosotros nos votaron para hacer oposición. La gobernabilidad la tienen que cuidar ellos, no la tenemos por qué cuidar nosotros. Tenemos que estar a la altura de ser oposición, de impedir que sigan haciendo tanto daño y empezar a proponer las cosas que todavía no hemos hecho.
“A NOSOTROS NOS VOTARON PARA SER OPOSICIÓN, LA GOBERNABILIDAD LA TIENEN QUE CUIDAR ELLOS”.
Fuiste uno de los ministros con menor desempleo de las últimas décadas. Hoy ese indicador ya creció dos puntos desde diciembre. ¿Hasta dónde puede llegar?
- Fui el ministro de Trabajo que vivió la reducción más grande de un desempleo que superaba el 20%, pero tampoco fue de un día para otro. Pero no nos olvidemos que a Menem en la segunda vuelta lo votaron con un 16% de desocupación. Eso indicaría que inflación mata desocupación. La desocupación va a ser un dato muy muy importante si otra vez volvemos a tener dos dígitos, y la gente va a recordar otros momentos difíciles, pero me parece que hay un conjunto de elementos que van a ir conjugándose para que se tome conciencia de que estamos viviendo un tiempo muy oscuro.
“FUI EL MINISTRO DE TRABAJO QUE VIVIÓ LA REDUCCIÓN MÁS GRANDE DEL DESEMPLEO”.
Tarifas, una recesión de la que no vamos a salir, ese conjunto marcarán el nivel de la crisis y si estamos dispuestos a seguir soportando. Al mismo, tiempo nosotros tenemos que haber construido una alternativa en el mientras tanto, que va a ser doloroso.
La reforma laboral fue una demanda histórica de sectores del poder que finalmente salió. ¿Qué opinás al respecto?
- Lo curioso es como el común de la gente ha incorporado la necesidad de una reforma laboral cuando ninguno de los problemas importantes de la argentina se resuelven con una reforma, ninguno. Basta de mentirle a la gente.
¿Hay algo positivo en la reforma aprobada, o posibilidades de negociar ciertos cambios necesarios?
- Con este Gobierno no hay ninguna posibilidad de que se haga algo equilibrado, vinieron a otra cosa. No se puede negociar con este Gobierno, no tienen voluntad. Está mal puesto el nombre, debería llamarse la ley de precarización laboral. Ahí sí tiene que ver el título con el objetivo y con el texto.
“CON ESTE GOBIERNO NO HAY NINGUNA POSIBILIDAD DE QUE SE HAGA ALGO EQUILIBRADO”.
El mundo del trabajo cambió, y sobre las nuevas dinámicas a las que no se les dio respuesta caló el mensaje de Milei. ¿No le faltan al peronismo propuestas para esas nuevas dinámicas y los nuevos trabajadores?
- A pesar de que es cierto que el mundo del trabajo hoy es mucho más heterogéneo, que las nuevas tecnologías han impactado, sigo creyendo que el trabajo con derechos es un organizador social. Que el trabajo cambie, que tenga otras características, no va a ser la primera vez que suceda en la historia. En todo caso el desafío es encontrar la forma de que ese trabajo, que ya no es el futuro sino el presente, sea con derechos, no sin derechos.
Muchos despidos son en el sector público, producto del sistema precario de contratación, que viene de hace tiempo. ¿No se puede proteger mejor ese sector y con él al funcionamiento del Estado?
- El gobierno nuestro hizo un cambio parcial pero importante. Antes eran todos contratos basura de verdad, con nosotros se le dieron derechos a esos trabajadores, no la estabilidad, que solamente se podía dar a través de concursos. Aclaro que no es competencia del ministro de Trabajo ordenar laboralmente el sector público. No obstante eso, yo insistí mucho y no se avanzó mucho. Pero en mí Ministerio se llevaron a cabo la normalización de la mayoría de los trabajadores al régimen público legal, concretamente hicimos 3800 concursos, muchos que se pararon con Macri y que Alberto Fernández terminó de concretar.
“ES CIERTO QUE NO FUIMOS A FONDO CON LA ESTABILIDAD DE EMPLEO PÚBLICO”.
Dicho todo, es cierto que no fuimos a fondo sobre todo con el tema de la estabilidad de empleo público y es una crítica que tenemos que asumir. De todas formas, en la salvajada que están haciendo ahora despidieron a gente con y sin estabilidad, enfermos, con tutela sindical. Nosotros no hacemos eso, en 12 años no echamos a nadie.
El nivel de desempleo del gobierno de Alberto Fernández terminó siendo extraordinario pero pasa inadvertido, ¿por qué?
- No tengo una explicación. Yo creo que fue un mal final en términos políticos, y cuando no funciona la política ni la economía nada interesa demasiado.
En 2019 la bandera fue “volver mejores”. Hoy la idea de volver ya no seduce porque en el medio fracasó todo. ¿Qué puede ofrecer el peronismo mirando hacia adelante y no hacia atrás?
- En el 2019 ganamos en base a memoria y unidad. Hoy nos faltan las dos cosas. Porque no podemos apelar a la memoria, aunque tenemos credenciales, no podemos utilizarla como única bandera. Tendremos que iniciar una nueva etapa de las banderas históricas reformuladas a este tiempo y contexto mundial.
“TENDREMOS QUE INICIAR UNA NUEVA ETAPA DE LAS BANDERAS HISTÓRICAS REFORMULADAS A ESTE TIEMPO Y CONTEXTO”.
¿Y hoy la dirigencia peronista está reconstruyendo algo de eso?
- Un proceso de recuperación después de una derrota no es ni fue nunca en el peronismo una tarea de 15 minutos. Lleva un tiempo, como la renovación luego de la derrota con los radicales. Después de la derrota del 99 tardó tres años en aparecer Kirchner. Yo participo en discusiones, sé que hay reuniones de dirigentes que están pensando en cuál es el la alternativa a este gobierno, porque para darle continuidad se van a anotar y ya se anotaron varios, esta figura rara que inventaron de la oposición amable, por ejemplo.
¿Por dónde pasa ese futuro?
- Todos los recursos que la Argentina tiene son los que el mundo necesita, ahora, ¿otra vez los vamos a regalar? Si sabemos cómo convertir esos recursos naturales con valor agregado, entonces se irá marcando un modelo de país. La industria agroalimentaria, la energética, donde dejamos listo un gasoducto que este Gobierno parece que ni le interesa, el potencial turístico. Pero para eso tenés que tener soberanía política, independencia económica y necesitas que haya justicia social. Porque la Argentina es un país que necesita tener niveles de integración y de inclusión social para ser políticamente viable. Por eso, cuando se preguntan cuándo termina esto, bueno, cuando los ajustados estén hartos del ajuste, porque el ajuste no va a terminar.
¿Ves algunas figuras que puedan encabezar esa construcción?
- Es temprano. Creo que Axel Kicillof es una figura que es mirada por mucha gente, y hay otros equipos vinculados a esos 12 años que todavía este siguen teniendo los mismos valores pero que están dispuestos a pensar en términos de futuro, no de otra vez hablar del pasado. Ya está, lo que hicimos y lo que dejamos hacer ya está.
“KICILLOF ES UNA FIGURA QUE ES MIRADA POR MUCHA GENTE”.
Nosotros ahora tenemos la responsabilidad, el compromiso y también la obligación, como viejos de la tribu, de ayudar en pensar hacia adelante cuál es la alternativa económica, que va a requerir de mucha de mucha creatividad porque no se puede repetir un modelo. El que estamos viviendo ahora ya está agotado porque es un revival del fracaso de Macri, no es una novedad, hizo lo mismo pero más rápido y más violento. Eso mismo nos exige repensar un modelo de país con industria, producción, inclusión, nuevas respuestas a los desafíos del trabajo, y creo que hay gente que lo está pensando.
¿El kirchnerismo va camino a ser una minoría intensa o puede alumbrar una nueva mayoría?
- Néstor Kirchner decía “nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio, nosotros somos peronistas”. En mi caso particular, yo soy kirchnerista, creo que el kirchnerismo actualizó al peronismo. A mí me parece que hay un escenario donde la obligación va a ser que los distintos sectores del movimiento nacional y popular van a tener que confluir a como dé lugar, sean o no kirchneristas, duros, blandos, tibios, combativos. Así como también repetir una de las mayores virtudes que tuvo el kirchnerismo, que fue convocar más allá de sus fronteras, que lo logró y creo que tiene que volver a hacerlo, volver a sumar sectores por todos los lados que se pueda, no sólo sectores políticos sino también sociales.
¿La ves a CFK en esa postura?
- Cristina, por lo pronto, ya tiene un lugar en la historia y una presencia en la que obviamente forma parte de ese proceso.
Fuiste embajador en México un par de años. ¿Qué opinión te merece el papel internacional de Milei?
- La cantidad de tiempo que viaja es la prueba más evidente de quién nos gobierna, de que el país lo está manejando otro. Literalmente.
“LA CANTIDAD DE TIEMPO QUE VIAJA MILEI ES LA PRUEBA MÁS EVIDENTE DE QUE EL PAÍS LO ESTÁ MANEJANDO OTRO”.
¿Quién?
- Techint. El presidente de YPF, ¿de dónde viene? ¿Y el secretario de Energía? ¿Y el de Trabajo? Cuando los funcionarios tienen jefes que les dicen qué tienen que hacer, vos que sos presidente podés viajar tranquilo. Obviamente es un presidente conocido en el mundo, pero no solamente por lo que él lo muestra. En la conferencia de la OIT anual hicieron un acto para mostrar la otra parte de la verdad, por ejemplo. Pero él tiene una fama que no le envidio. Francamente no creo que haya ningún dirigente político argentino importante y serio que le envidie la fama actual a Milei
¿No creés que esté avanzando en su batalla cultural?
- Creo que están aplicando las mismas políticas que siempre han aplicado, es cierto que este nuevo perfil de los medios de comunicación puede dar la impresión de que avanzan sobre otros sectores, pero creo que van a fracasar como han fracasado siempre, porque se equivocan en el diagnóstico. Creen siempre que el problema es el Estado, los sindicatos, el peronismo y que hay que terminar con eso, entonces toman medidas contra esos sectores que afectan a las mayorías.
“LA BATALLA CULTURAL NO LA GANÓ MILEI, VIENE DE ANTES”.
Lo que han ganado en la batalla cultural no lo ganó Milei sino que en realidad viene de antes. Y esta mayor agresividad en realidad es el canto del cisne, por eso la violencia verbal, por eso la represión. Todo eso no es fortaleza, es debilidad, porque saben que no pueden fracasar esta vez que agotaron toda la batería. Y ya están retrocediendo, decían que eran el puro mercado y ya intervinieron el mercado cambiario, mantienen el cepo, fueron a pedir la escupidera con las prepagas, vieron que se les iba a la mierda la inflación y frenaron las tarifas. Kirchnerismo puro hicieron, y a siete meses. Eso sí, después de una devaluación monstruosa, de bajar salarios y jubilaciones, desmantelar el Estado.