El Gobierno prorrogó las concesiones de las represas hidroeléctricas del Comahue, El Chocón-Arroytito, Cerros Colorados, Alicurá y Piedra del Aguila, por el menos un año. Al mismo tiempo, el Ejecutivo nacional prepara un concurso internacional para vender las acciones

La semana pasada, la administración de Javier Milei reglamentó la primera parte de la Ley Bases que le permite, entre otras cosas, privatizar empresas estatales y las primeras en la lista parecen ser las hidroeléctricas. 

El mes pasado el Gobierno creó cuatro sociedades anónimas de fondos nacionales para producir y vender energía de los ríos Limay y Neuquén para transferir activos nacionales y subastar nuevos contratos de operación. Las nuevas sociedades, que llevan el nombre de los complejos (El Chocón, Alicurá, Piedra del Águila y Cerros Colorados), quedarán en manos de Energía Argentina S.A. (Enarsa) y Nucleoeléctrica Argentina S.A., que luego transferirá a la Secretaría de Energía de la Nación para privatizarlas.

A través del Decreto 718/2024, firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y del ministro de Economía, Luis Caputo, se estableció que “dentro de los 180 días corridos la Secretaría de Energía llamará a Concurso Público Nacional e Internacional, competitivo y expeditivo, con el fin de proceder a la venta del paquete accionario mayoritario o controlante de cada una de las sociedades”.

La norma establece que en caso que el proceso de privatización quede desierto las acciones volverán al Estado nacional. Mientras tanto, las represeras seguirán siendo operadas por sus actuales consecionarios hasta tanto se complete el proceso de privatización.

Las centrales fueron concesionadas en 1993 durante la presidencia de Carlos Ménem por un plazo de 30 años, hasta agosto de 2023, con la posibilidad de prorrogar los contratos por un año más. Desde entonces hubo una prórroga transitoria para las operadoras que ahora el Gobierno de Javier Milei extendió por otro año más en el que, al mismo tiempo, avanzarán con la privatización de las empresas.