Fruto de un error que en la política bien podría catalogarse como “de principiante” -aunque por detrás asoma la posibilidad de que la estrategia haya sido cuidadosamente orquestada-, el Gobierno Nacional de Javier Milei le abrió la puerta a la posibilidad de renovar al legislador aliado Edgardo Kueider en su banca pese a que hoy mismo fue destituido por “inhabilidad moral”. La jugada involucra a la vicepresidenta Victoria Villarruel y un tecnicismo que podría derivar en la nulidad de la sesión celebrada este jueves.

Con un amplio acuerdo que se reflejó en el tablero electrónico con 61 votos a favor, 5 en contra y una abstención, el experonista Kueider había sido hoy expulsado del Senado de la Nación por encontrarse preso en Paraguay tras haber intentado cruzar la frontera en posesión de 200 mil dólares en efectivo sin declarar. El desenlace fue catapultado por el empuje de la oposición, principalmente de Unión por la Patria (UP), que finalmente terminó consiguiendo el acompañamiento del PRO y La Libertad Avanza (LLA).

No obstante, el resultado podría ser revocado debido a un error formal en el propio desarrollo. Es que el debate fue conducido en su mayoría por Villarruel, quien incluso encabezó el cierre de la votación pasadas las 16. Sin embargo, para ese momento la titular del Senado se hallaba en rigor en ejercicio de la Presidencia de la Nación, debido a que el jefe de Estado Javier Milei estaba en vuelo rumbo a Italia y, por lo tanto, fuera del país. Las normas en este sentido son claras: la vice no estaba habilitada para encabezar la sesión.

Evidentemente se trata de una cuestión menor, ya que la presencia o no de Villarruel no habría afectado en absoluto el resultado de la votación, pero lo cierto es que Kueider podría valerse de este error técnico para acudir a la Justicia y pedir la nulidad del resultado legislativo. Lo escandaloso es que la maniobra podría terminar beneficiando al Gobierno Nacional, que se mostraba reacio a echar al senador oficialista de la Cámara Alta e intentó evitarlo hasta que la situación se volvió insostenible.

De hecho, esta tarde surgieron dudas sobre el trasfondo de los hechos: de acuerdo con versiones periodísticas, desde el mediodía la Escribanía General de la Nación se comunicó con Villarruel en reiteradas ocasiones para darle aviso de que se encontraba en ejercicio de la Presidencia, mas la titular del Senado jamás atendió. Según se comentó, las llamadas fueron derivadas a la secretaria de la dirigente libertaria, quien tampoco puso al tanto a la vice hasta tanto se realizó la votación. ¿Casualidad?