Escándalo en puerta: El Banco Central se habría llevado el oro al exterior y crece la preocupación por las reservas

Son horas turbulentas para el Gobierno en el ámbito financiero y monetario, luego del anuncio del presidente Javier Milei y de su ministro de Economía Luis “Toto” Caputo el fin de semana de medidas para “secar” de pesos el mercado argentino, interviniendo con las reservas del Banco Central (BCRA) en el contado con liquidación para bajar la brecha entre los dólares financieros y el “blue”, en relación con el oficial, que llegaron al 60 por ciento en la ronda del viernes.  

Frente a estas políticas de segunda etapa de la administración de la Libertad Avanza (LLA), que en el BCRA titularon de “establecimiento de un marco monetario ortodoxo”, en varios encuentros que mantuvo el vicepresidente de la entidad Vladimir Werning con inversores internacionales en la ciudad de Nueva York, el ruido entre los principales jugadores que tienen activos argentinos lejos de apaciguarse se mantuvieron con una tensa calma.

Para sostener ese discurso de tranquilización, el ministerio de Economía anunció que con parte de los pesos obtenidos a partir del superávit del primer semestre que generaron una fortísima recesión, el Tesoro comprará dólares del BCRA para afrontar los intereses de deuda de los bonos que vencen a comienzos del año próximo.

A este incierto panorama se suman los rumores sobre las maniobras de traslado de reservas al exterior por parte del BCRA, que escalaron hasta convertirse en una fuerte hipótesis en las últimas horas, que concluyó en un requerimiento de información a sus autoridades.

“Ante versiones circulantes relativas a la salida de oro de las reservas del BCRA con destino al exterior, acompaño el pedido de información pública, clara, precisa, completa y detallada, efectuada al presidente del BCRA de acuerdo al derecho que me confiere la Ley de Acceso a la Información Pública 27.275 y su decreto reglamentario N° 206/2017”, planteó el titular de La Bancaria Sergio Palazzo, interpelando a al titular del BCRA Santiago Bausili.

Los trascendidos de movimientos en los últimos días en la entidad monetaria indican una posible salida de la reservas en oro hacia Suiza, de donde el Gobierno espera que el Banco de Basilea apruebe un préstamo que equivalga a los 4.700 millones de dólares en moneda metal, que es el monto total que afirman que hay en el Central. Las especulaciones de las reservas en oro trasladadas es de 450 millones, que se suma a los 500 que ya habrían sido enviados antes.

Las versiones que se sostienen apuntan a posibles traslados de lingotes de oro entre el 7 y el 28 de junio. Y se inquiere si las empresas transportadoras Lumil y la aerolínea British Airways fueron las responsables de llevar adelante los operativos.

Ante el pedido de Palazzo por los sucedido en el BCRA, fuentes a las que accedió Diagonales plantean que “hay gente que lo vio todo” y que la operación “aparece”. 

Otras voces ligadas al conductor del gremio de bancarios plantearon a este medio que se va a esperar a que el Gobierno y el BCRA den la información dentro del plazo legal para salir a hablar con la prensa y, en todo caso, hacer la denuncia ante la Corte Suprema de Justicia vía recurso extraordinario, si se rechaza la solicitud.

Mientras tanto, y con un horizonte incierto de acuerdo para que el FMI inyecte fondos frescos a la Argentina, las dudas sobre la viabilidad de que nuestro país pueda afrontar sus compromisos de deuda se mantienen. Esto, a pesar de que ayer el BCRA haya acumulado 36 millones de dólares. Caputo se mostró enojado porque de esto y de la baja de los dólares financieros y del paralelo, plantea, se habló poco y nada.

Es que, en efecto, la noticia de que los Bonares en dólares retrocedieron hasta 3,31 por ciento (AL41D) y los Globales, hasta 4,28 por ciento (GD38D), con la consiguiente suba de casi el 3 por ciento del Riesgo País que elabora el JP Morgan, son un problema para Milei. Este índice compara la diferencia de solvencia entre los bonos del Tesoro americano con respecto al del resto de los países, y es un mal augurio para el Gobierno.

Un gobierno que se empecina en bajar la brecha a como dé lugar, si quiere mantener la senda desinflacionaria, principal promesa de campaña, mientras la actividad productiva y el consumo continúan desplomándose. 

Pero parece que los “amigos” de los mercados financieros internacionales no "la ven".