La discriminación avanza: El Gobierno construirá un cerco en la frontera entre Salta y Bolivia
La medida forma parte del Plan Güemes del Gobierno nacional, a cargo del Ministerio que encabeza Patricia Bullrich.
Además de preparar restricciones legales para el ingreso al país y la entrega de residencias a extranjeros, el Gobierno nacional copia el estilo norteamericano y avanza con restricciones físicas: un alambrado de 200 metros de largo en la frontera con Bolivia.
El cerco se erigirá en la localidad de Aguas Blancas en Salta, entre la terminal de colectivos y la oficina de Migraciones, justo en el límite con el país vecino. La medida forma parte del Plan Güemes que lanzó el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich.
“El alambrado se colocará dentro del murallón preventivo que se utiliza cuando el río Bermejo crece. La idea es delimitar claramente el acceso a migraciones para evitar que la gente pase por otros lugares sin control”, explicó el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán.
La obra estará financiada por la provincia de Salta, aunque los fondos luego serán reintegrados por el Gobierno nacional a través del Plan Güemes. Además, la construcción contará con la supervisión de Casa Rosada.
“El presupuesto lo solicitó el municipio y la provincia ya dio el visto bueno. A partir de ahí, la provincia gestionará el reintegro con Nación”, detalló Zigarán. En otras palabras, el mismo Gobierno que paralizó la obra pública en todo el país es quien ahora garantizará los fondos para construir una vallado con Bolivia.
Se estima que la construcción comenzará en un plazo de 30 a 45 días y podría estar finalizado para finales de febrero. El cerco estará elaborado con alambre romboidal de acero calibre 14, contará con rombos de 5 centímetros de tamaño y con tres hilos de alambre de púas en la parte superior.
Para la accesibilidad del paso fronterizo se incluirán tres puertas de acceso exclusivas para las fuerzas de seguridad. De esta manera, el Gobierno asegura que el objetivo es que todas las personas que quieran cruzar al país tengan que pasar sí o sí por la oficina de Migraciones y así evitar el ingreso ilegal y el contrabando.
Por su parte, la cancillería de Bolivia manifestó su preocupación por la instalación del cerco y advirtieron que "cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos”.
“Los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común", enfatizó el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia.
A través de un comunicado, el país vecino adelantó que pedirá “a través de los canales diplomáticos la información sobre este tema para emprender las acciones que correspondan” y ratificó que “Bolivia continuará apoyando el diálogo constructivo como la vía para solucionar los asuntos de común interés”.
De todas maneras, el ministro de Justicia de Bolivia, César Siles, dijo que esta medida “iría en contra de los tratados internacionales”.
“Tanto Naciones Unidas y la Organizaciones de Estados Americanos deberían conminar estas determinaciones, esperamos que solo sea un anuncio y no algo real. Esperemos que el presidente Javier Milei pueda reflexionar”, exclamó. Sin embargo, el proceso de licitación para la construcción del cerca ya está en marcha.