Argentina deja pasar otra oportunidad de oro para la planificación de una política energética. El gobierno de Javier Milei avanza con la venta de cuatro centrales hidroeléctricas en Neuquén y Río Negro, en la región del Comahue.

Se trata de un proceso que ya se había puesto en marcha en agosto, y las sociedades anónimas de Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila, constituidas por Energía Argentina S.A. (Enarsa) y Nucleoeléctrica Argentina S.A, serán puestas a la venta, luego de cinco prórrogas.

"La Agencia de Transformación de Empresas Públicas en coordinación con la Secretaría de Energía, ambas dependientes del Ministerio de Economía, llamará a Concurso Público Nacional e Internacional, competitivo y expeditivo, con el fin de proceder a la venta del paquete accionario mayoritario o controlante" de cada una de las sociedades, establece la norma”, se plantea en el texto del Boletín Oficial. La normativa tiene las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo.

La privatización avanza: Las cuatro hidroeléctricas que el Gobierno puso a la venta

Los actuales concesionarios de estas hidroeléctricas seguirán operándolas de forma transitoria hasta que se complete el proceso de privatización y los montos de fijados para la venta no fueron confirmados.

Las centrales fueron concesionadas en 1993 durante la presidencia de Carlos Ménem por un plazo de 30 años, hasta agosto de 2023, con la posibilidad de prorrogar los contratos por un año más. Desde entonces hubo una prórroga transitoria para las operadoras que se había extendido mientras el Gobierno delineaba la letra chica para la privatización de las empresas. 

Cabe mencionar que la generación hidráulica de la región Comahue durante todo el 2023 fue de 12.770 GWh, lo que representó casi un 10 por ciento de toda la energía eléctrica consumida en el país el año pasado. Son un pilar para el fomento de las energías renovables, como la solar o la eólica.

Central Hidroeléctrica El Chocón
Central Hidroeléctrica El Chocón

Se trata de energía de generación limpia que aporta gran confiabilidad al sistema eléctrico. Gracias a sus sistemas de embalses se puede almacenar grandes caudales de energía, que el Estado podría usar cuando sea necesario.

Esto se produce en el contexto de que los funcionarios de Javier Milei “abren el paraguas” por posibles cortes de luz durante el verano, cuando las altas temperaturas hagan que se eleve el consumo.

En la década de 1960, el Estado comenzó un proceso de planificación y desarrollo de la hidroelectricidad. Lo hizo a través de las empresas Agua y Energía Sociedad del Estado (Ayese) e Hidroeléctrica Norpatagónica Sociedad Anónima (Hidronor SA) que proyectaron, construyeron y operaron grandes aprovechamientos hidroeléctricos en diversos puntos del país. La inversión y la capacidad de cuadros técnicos dispuestos por el Estado fueron claves para la instalación de las represas sobre los ríos Limay y Neuquén.

Como en 1993, los esfuerzos del Estado parecen haber quedado atrás frente a una nueva ola privatizadora en la Argentina.