Momentos de tensión se vivieron ayer en la Cámara de Diputados cuando el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona tomó el micrófono para despotricar contra la diversidad sexual. El abogado, que fue defensor de asesinos, narcos y violadores, marcó la postura que tiene el Gobierno que comanda Javier Milei sobre las temáticas de género y el desamparo que deja la administración “libertaria” a miles de mujeres y personas LGTB en nuestro país.

Además del grupo que acompañaba al titular de Justicia, que justificó bajo su premisa conservadora de “los valores de la familia” la cuasi eliminación de la subsecretaría de Protección contra la violencia de género, igualando todo tipo de violencias en la sociedad, había una comitiva de alrededor de cincuenta personas que aplaudían cada oración que leía Cúneo.

Se trata de la organización llamada “Observatorio contra las falsas denuncias”, un frente antifeminista creado en 2021 y que, según la diputada de Unión por la Patria (UP) y titular de la Comisión de Mujeres y Diversidad de la Cámara Baja Mónica Macha, está “conformado especialmente por progenitores abusadores”.

Los oscuros “aplaudidores” de Cúneo Libarona que se colaron en el Congreso

Promovemos la transparencia en la recepción de datos relacionados con la problemática de Acusaciones Falsas en materia de vínculos familiares para confeccionar estadísticas sobre los casos reportados”, plantean “inocentemente” en la página de inicio del sitio web de este observatorio.

El malestar en el segundo piso del Anexo “C” de Diputados iba in crescendo a medida que el polémico exabogado mediático de los años `90 avanzaba en su discurso discriminador, por el clamor de los desconocidos en la Cámara.

Miembros del “Observatorio” mostraron su algarabía cuando Cúneo planteó que “se acabó el género, vamos por otros valores como la familia y la educación y rechazamos las identidades sexuales con ideología”. Allí se produjo un fuerte cruce con la diputada nacional Vanina Biasi del Partido Obrero, que acusó al grupo militante de “defender a violadores”.

Luego siguió la consulta de la presidenta de la Comisión al personal de seguridad para indagar por qué había personas ajenas al cuerpo parlamentario, y la respuesta de los diputados de La Libertad Avanza (LLA) no se hizo esperar. Indicaron que fueron invitados por el oficialismo, desligando la responsabilidad de Cúneo Libarona.

Biasi ya había identificado a una persona: la directora del Observatorio de falsas denuncias Patricia Anzoátegui. La especialista en Derecho Penal de la UBA, como indica su perfil de Linkedin, es una ferviente propagandista de “la defensa de los derechos del niño” y se escuda en “la búsqueda de la protección necesaria, para que no sean usados por los padres como Objeto de Prueba”.

Los oscuros “aplaudidores” de Cúneo Libarona que se colaron en el Congreso

Al igual que en el discurso de los grandes empresarios y líderes de opinión en la Argentina que hablan de una “industria” de los juicios laborales, Anzoátegui se encarga de repetir en cada entrevista que le conceden que “hay una industria de la falsa denuncia que en litigios de familia aprovecha el sesgo de género”. La referente del Observatorio va por más y señala que existe un modus operandi sistematizado “para fabricar una causa contra uno de los progenitores y obstruir el vínculo filial”.

Pero la polémica y retrógrada alocución del ministro, solo cuestionada por un puñado de legisladores, no lo hizo quedar impune con todo este sector que fue invitado al Congreso. Quien no se la dejó pasar fue la filósofa, escritora y YouTuber de derecha Roxana Kreimer, que también es miembro del Observatorio.

Nosotros rechazamos la diversidad de identidades sexuales que no se alinean con la biología”, dijo hoy el Ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona en Diputados. Si esa frase significa que las personas trans y LGBT en general no se alinean con la biología, eso es falso”, indicó.

X de Roxana Kreimer

“Muchos de los pensamientos de Milei son conservadores y nada liberales en lo político, pero no piensan así todos los que lo votaron, ya que muchos son liberales de regla. La invocación de Libarona a dos textos religiosos que consideran a la homosexualidad un pecado, es improcedente para un Estado laico como la Argentina. Y que no venga ahora Agustín Laje a decir que cada uno puede invocar la religión que le plazca porque este no fue un juramento sino la declaración parlamentaria de un ministro nacional”, arremetió en otro pasaje de su razonamiento.

A otros militantes menos criteriosos, y más acérrimos contra las madres protectoras que llevan adelante los procesos judiciales en contra de los progenitores abusadores de sus hijos e hijas, poco pareció importarles esta distinción teórica ayer en la Cámara de Diputados.