Lourdes Arrieta, una diputada conocida por su excentricidad al usar un patito de juguete en la cabeza durante las sesiones, decidió desenterrar “la verdad” sobre la visita a los genocidas en el penal de Ezeiza. En un extenso hilo de tuits, Arrieta no solo planteó preguntas inquietantes, sino que también reveló detalles sobre una organización que muchos preferirían mantener oculta.

Ante la inminente expulsión del bloque de La Libertad Avanza, Arrieta decidió salir a hablar. A través de sus tuits, comenzó a relatar cómo todo había comenzado en un grupo de WhatsApp, que se había creado en febrero con el nombre "Comida informal con el Padre Javier…". La imagen de perfil del grupo era la portada del libro “El Pacto”, un indicio claro de la seriedad de la situación.

En este chat, Arrieta mencionó a varios de sus colegas, quienes ahora intentaban distanciarse del asunto. Nombres como Lemoine, Ponce, Orozco, Mayoraz, Santurio, Benedit, Ferreyra y Araujo estaban allí, todos ellos en la misma sintonía. Lo que comenzó como un intercambio casual de ideas pronto se transformó en algo más formal: la abogada Olea compartió proyectos de ley destinados a modificar fundamentalmente la Ley de Ejecución Penal y otros códigos, con la intención de facilitar la liberación de aquellos que habían sido condenados por delitos de lesa humanidad.

El cura Javier Ravasi también estuvo presente en la conversación, involucrando a otros abogados y asegurando que el diputado Beltrán Benedit ya había hablado con Patricia Bullrich, coordinando el acceso a los penales. Benedit se mostraba entusiasmado por su buena charla con el nuevo director del Servicio Penitenciario Federal, Fernando Martínez, lo que prometía un acceso sin obstáculos a Ezeiza. Arrieta compartió una captura donde se podía ver el documento titulado "Causas escandalosas", lo que llevó a la diputada Lilia Lemoine a mostrar su aprobación con un emoji de pulgar hacia arriba, revelando que estaba al tanto de lo que se tramaba.

X de Lourdes M Arrieta

La diputada mendocina, con tono irónico, recordó que antes de la visita se había llevado a cabo una cena a la que no pudo asistir, pero que había logrado obtener la lista de los asistentes. Entre ellos, abogados y diputados de LLA, todos ellos implicados en el oscuro entramado. “Seguramente mis colegas van a aportar todos los datos necesarios para ayudar al presidente en la investigación”, bromeó Arrieta, dejando entrever su desprecio hacia aquellos que intentaban deslindar responsabilidades.

Una segunda conversación se creó, esta vez con el nombre “Proyecto decreto”, donde nuevamente muchos de los mismos diputados se encontraban presentes. Ravasi envió un video junto a un proyecto de decreto que pedía que no se hiciera público, insinuando que el secreto era la clave para mantener todo bajo control. La diputada Orozco, en sintonía con la conspiración, asentía con otro emoji de pulgar hacia arriba.

Con el paso del tiempo, los rumores comenzaron a florecer en los medios sobre la visita al penal. El 17 de julio, Alida Ferreyra comentó sobre la situación, señalando que el ejecutivo no autorizaba la publicación de un comunicado que habían elaborado tras la visita. Este hecho fue interpretado por Arrieta como una señal de que Javier Milei no estaba alineado con esta agenda. La frustración aumentaba, y Benedit criticaba la timidez del gobierno para dejarles comunicar lo sucedido.

X de Lourdes M Arrieta

Finalmente, se creó un nuevo chat después de la visita, donde los diputados discutían cómo defenderse ante la prensa. La impaciencia era palpable, y la diputada Ferreyra expresó su descontento: “Nos hicieron perder dos días, al único que le sirve nuestro silencio es a Bornoroni. Urgente el comunicado, dudo que nos defiendan si no nos defendemos nosotros”.

Arrieta concluyó sus revelaciones mencionando que en este último grupo se intentó llevar a cabo un "operativo limpieza", donde se pidió borrar todo el material fotográfico relacionado con la visita. Sin embargo, ese material había logrado filtrarse, dando inicio a una serie de acontecimientos que parecen estar lejos de concluir.