Al término de una semana de transformaciones y dinamismo si las ha habido en la política argentina, el presidente Javier Milei hizo público este viernes su distanciamiento con la vice Victoria Villarruel, a quien tácitamente inculpó por la visita de diputados libertarios a genocidas en Ezeiza, y con el exmandatario Mauricio Macri, cuyos argumentos legislativos consideró “no satisfactorios” tras una tensa semana de sanciones y vetos en el Congreso. En su lugar, se alzó con su propio “triángulo de hierro” compuesto por sus asesores estrella Karina Milei y Santiago Caputo.

“Santiago Caputo junto a mi hermana Karina Milei son el triángulo de hierro. Son máquinas de trabajar y tienen un desempeño extraordinario, no hay chances de que se los cuestione”: en esos términos “bien claros” se expresó el presidente sobre la polémica en torno a su “entorno”, como lo describió el titular del PRO días atrás. Con sus declaraciones, realizadas en un raid de entrevistas mediáticas a las que accedió este viernes, Milei ratificó su decantamiento a favor del que ha sido su círculo de máxima confianza durante el Gobierno; y, por descarte, en detrimento de la presión ejercida por Macri y Villarruel.

Es que del otro lado aparece amenazante la dupla conformada por el expresidente y la actual vice, quienes esta semana han movilizado una agenda paralela a la del líder de La Libertad Avanza (LLA) y, con ello, generado rispideces de hecho con la línea mileísta del Ejecutivo. Sobre ello y más se explayó hoy el primer mandatario, que aludió a la eventual responsabilidad de Villarruel en la visita de diputados libertarios a genocidas como el exmilitar Alfredo Astiz en el penal de Ezeiza y disintió con las “explicaciones” de Macri acerca de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).

La mención más fuerte fue para la vice. “Me hizo ruido, absolutamente. Esa no es mi agenda”, disparó el jefe de Estado ante la consulta por la escandalosa excursión de legisladores para ver a los represores en la cárcel. Por omisión, las palabras dan a entender que se trata de la “agenda” de otra persona – tal como, meses atrás, la Presidencia había apuntado contra la “agenda personal” de Villarruel. Al respecto, Milei sentenció: “No sé si el encuentro lo organizó Victoria Villarruel… Hay que ver qué vínculos hay ahí. Mi agenda no es, seguro”. A buen entendedor, pocas palabras.

Para Macri también hubo dardos, esta vez, sobre el voto negativo de los diputados del PRO al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que le otorgó un presupuesto de $100 mil millones a la SIDE para sus “gastos reservados”. Aquí, el Presidente apuntó: “Me dio las explicaciones y la verdad que no me resultaron satisfactorias, siendo alguien que fue jefe de Estado y sabe las necesidades en términos de inteligencia que tiene que enfrentar la Argentina”. Y alertó: “Si llegara a tener algún atentado terrorista, es absoluta y total responsabilidad de estos irresponsables que le quitan financiamiento a la inteligencia”.