Milei tomó deuda por un billón de dólares en el aniversario 19° del pago de Néstor al FMI
El 3 de enero de 2006, el entonces Presidente canceló la totalidad del monto debido al Fondo. El 3 de enero de 2025, Luis Caputo firmó un nuevo préstamo por mil millones de dólares.
Un 3 de enero de 2006, el entonces jefe de Estado Néstor Kirchner anunciaba la cancelación completa de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de un pago de casi diez mil millones de dólares al organismo financiero. Hoy, exactamente 19 años después, el presidente Javier Milei aprobó un préstamo por mil millones de dólares a través del Banco Central que vuelve a someter al país al juego inacabable de créditos con el extranjero. Así, pues, vuelve a iniciar el ciclo sin fin de la economía argentina.
Con el permiso del ministro de Economía Luis Caputo, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) que conduce su socio y amigo Santiago Bausili autorizó una toma de deuda por un monto total de un billón de dólares ante cinco bancos privados internacionales. La medida, producto de varios meses de negociación, fue acordada en las últimas horas bajo la forma de un “repo” de US$1.000 millones a un plazo final de dos años y cuatro meses y con una tasa del 8,8% anual.
Irónicamente, o no tanto, la fecha del anuncio de Milei y Caputo coincide con uno de los más importantes aniversarios de la historia económica reciente del país. Es que hace 19 años el entonces mandatario Néstor Kirchner firmaba la cancelación de la deuda de US$9.810 millones que el Estado mantenía con el FMI; un gesto que, junto a su importancia en las finanzas locales, significaba un empujón crucial para que la Argentina recupere su independencia y soberanía económicas y le ponga fin a su eterna posición de deudor para con el Fondo.
Sin embargo, este 2025 la fecha fue manchada con la adquisición de un nuevo préstamo por obra de la administración libertaria. Desde la Casa Rosada se argumentó que la medida busca “reforzar las reservas” del Banco Central, pero lo cierto es que la cifra representa apenas un 3% aproximadamente de los fondos que posee la institución: en la práctica, el plan pretende dar una señal positiva al mercado, demostrar que el Gobierno puede conseguir financiamiento externo e incluso elegir entre los muchos postores dispuestos a brindarle crédito al país. Las consecuencias, por otro lado, se verán más adelante.