Reapareció Alberto y criticó a Milei: “Destruir el Estado es destruir la Constitución, no hay otra manera”
El ex presidente participó de un encuentro del Centro de Jóvenes Políticos, en el que habló de la política internacional del Gobierno, el rumbo de la economía y la renovación del peronismo: “le reclamo un cambio dirigencial abrupto, necesito que se suban al escenario otras caras”.
Este sábado, a metros de la Casa Rosada, Alberto Fernández tuvo su primera actividad como ex presidente argentino en territorio nacional. Tras más de seis meses en los que alternó entre España y la Argentina, y más allá de alguna participación internacional fuera del país y una entrevista con Cenital, el ex mandatario rompió el inmovilismo en el que estaba y volvió a tener un cara a cara con un sector que hoy resulta clave en la disputa política: la juventud.
El marco elegido fue un encuentro del Centro de Jóvenes Políticos (CEJOP), un espacio de formación política que llevan adelante estudiantes y egresados del Colegio Nacional Buenos Aires y que viene desarrollando una serie de encuentros por el que ya pasaron varios referentes de la política nacional. Este sábado, un rato antes que Alberto Fernández, también estuvo el Presidente del Congreso Metropolitano del Partido Justicialista y dirigente del NEP, Juan Manuel Olmos.
Fernández disertó ante decenas de jóvenes sobre el ejercicio del gobierno desde el Poder Ejecutivo, y analizó la política internacional de la actual administración, el rumbo de la economía, dejó balances sobre su gestión y se metió en la discusión sobre la renovación del peronismo.
“Como indefectiblemente vamos a ser parte de la globalización, tenemos que pensar dónde instalamos a la Argentina”, expresó el ex presidente luego de una profunda introducción en la que describió la pérdida de hegemonía mundial de los EEUU, la potencia de China, y en la que criticó el dogmatismo ideológico de Milei por atarse a Norteamérica en un mundo cada vez más multipolar. “Hay que parar a la Argentina donde le convenga a la Argentina, ¿cuánto pesa en eso la ideología?, cero”, definió Fenrández, quien también lamentó “perder un tren formidable que fue subirse a los BRICS”.
El ex presidente destacó logros de su gestión afirmando que dejó “la más baja desocupación de la democracia”, y lamentó que “en poco tiempo más va a estar en dos dígitos”. Fernández criticó el cierre de “más de cinco mil pymes” y la caída “del 14% de la industria y 5% del PBI”. A su vez, chicaneó a Milei con la inflación: “cuándo el dólar aumenta en Argentina, ¿qué pasa con los precios? Suben. El presidente decía que no es así y ahora lo está viviendo”.
Fernández fue duro en sus consideraciones sobre la mirada de Milei del Estado y el Pacto de Mayo. “Cuando uno dice que va a destruir el Estado lo que tiene que saber es que va a destruir la Constitución Nacional, no hay otra manera”, sentenció criticando la postura del topo de la que semanas atrás se vanagloriara el presidente. A su vez, en torno al pacto que Milei espera firmar este martes en Tucumán, afirmó “me preocupa mucho porque se lo van a firmar a un Presidente al que le han delegado facultades legislativas, el riesgo es muy grande”, y llamó a “hacerse preguntas” a quienes darán su consentimiento a la iniciativa del primer mandatario.
Una de las críticas concretas a lo expresado en el texto que el oficialismo dio a conocer esta semana y que se firmaría el martes, tuvo que ver con la reducción del gasto público. “¿Qué significa llegar al 25% del PBI? Porque yo cuando me fui dejé un PBI de alrededor de 600 mil millones de dólares y ahora vamos tener uno de alrededor de 450 mil millones de dólares. Si es el 25% de ese PBI, el ajuste que hay que hacer es impresionante”, disparó Fernández, y completó su idea: “si me dicen que también fijan un objetivo de que el PBI sea de un billón de dólares, no está mal, pero no hay un objetivo de crecimiento, hay un objetivo de restricción”.
En esa línea, el ex presidente defendió su gestión y se metió en el debate político ideológico en defensa del peronismo. “Nos han hecho creer que somos los culpables de lo que estamos viviendo. Los 70 años de deterioro de los que hablan no fueron del peronismo. Los pocos momentos en que la economía creció fueron con el peronismo. Cada vez que gobernaron ellos destruyeron toda la economía”, sentenció.
Sin esquivar las tensiones internas del peronismo ni las internas que marcaron su gobierno, a las que también se refirió, Alberto Fernández pidió una renovación en el justicialismo: “Yo no me tengo que ir del peronismo”, respondió ante la consulta de un joven que preguntó por la posibilidad de un armado por fuera del PJ, y agregó “tengo que fortalecerlo. ¿Qué le reclamo al peronismo? Un recambio dirigencial abrupto, necesito que se suban al escenario otras caras”. Haciéndose cargo de sus palabras, el ex presidente profundizó: “si yo soy un soy un dirigente nacional sensato, tengo que darle la mano a Francisco (Echarren, intendente de Castelli que estaba presente) y decirle, subite y ocupá mi lugar, eso es lo que tenemos que hacer. No hay que irse del peronismo, hay que volver a hacer del peronismo un partido democrático en serio, y dejar de resolver quiénes son los candidatos en una reunión de dirigentes, que es lo que hemos hecho, yo me incluyo”.
Luego de una pausa tras su exposición, que incluyó salida a la terraza desde la que se veía de arriba la Casa Rosada, y fotos con las decenas de jóvenes que hacían turno para fotografiarse con él, Fernández volvió a la sala y respondió preguntas de los asistentes. Muchas de ellas giraron en torno al ecosistema digital actual, la incidencia de las redes sociales en el debate público y los desafíos de estos tiempos. “Ustedes son muy jóvenes pero tienen que saber lo que vale la democracia y tienen que cuidarla. Que nadie les quite la democracia”, soltó enfático el ex presidente terminando con su alocusión y en referencia al clima de violencia que empieza a imponerse en el país a raíz de la política oficialista.
Finalmente llegó un momento en el que la juventud presente incomodó a Fernández, pero que el ex presidente resolvió con prestancia. “Litto Nebbia o Luis Alberto Spinetta”, lanzó como pregunta final uno de los jóvenes organizadores. “No se puede elegir, porque Luis inventó un estilo propio y Litto fue el primero que juntó todo lo que había en esa época”, esquivó Alberto. Ahí fue cuando otro de los jóvenes sacó una guitarra que tenían preparada, y le pidió que tocara una canción como una forma de apoyo al mundo de la cultura, hoy avasallado por Milei. Alberto Fernández dudó, pero no pudo sortear la insistencia juvenil y se despachó con una decorosa versión de “todas las hojas son del viento”, de Spinetta. Los coros y los aplausos colmaron la sala durante y después de su interpretación.
“Déjenme contarles una anécdota sobre esta canción”, dijo casi despidiéndose el ex presidente, y recordó que el propio Spinetta le contó que la había escrito para una amiga suya que había quedado embarazada sin desearlo y pensaba en realizarse un aborto. “Luis pudo hacer de esa situación algo hermoso, eso demuestra que se puede pensar diferente y no caer en la violencia y la agresión, sino todo lo contrario”, remató Fernández, que minutos antes había criticado a quienes reclaman que por haber dado lugar a agendas progresistas como el feminismo y el derecho al aborto su gestión le había abierto la puerta a la reacción encabezada por Milei. Su mensaje fue bien recibido y cerró una tarde en la que tanto los jóvenes asistentes como el ex presidente se mostraron alegres y distendidos. Con perfil bajo y frente a la juventud, así fue la reaparición de Alberto Fernández tras su salida del gobierno, hace ya más de seis meses.