Los empresarios convocados por el Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) se habrán sorprendido de escuchar nada menos que al ministro de Desregulación y Transformación del Estado Federico Sturzenegger rogar que “no pidan más baja de impuestos” al Gobierno Nacional. Sin embargo, tal parece que el autor de la “Ley Bases” y el mega DNU atraviesa una nueva faceta con anticipos de una reforma laboral “muy profunda” y solicitudes irreconocibles: “Nos tenemos que sacar el chip de bajar los impuestos de la cabeza”.

La 45° Convención Anual del IAEF en Mendoza dejó tantas tapas como importantes disertantes tuvo. En horario nocturno, quien tomó la palabra fue el presidente Javier Milei, quien bromeó con boxear a la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y dejó analogías sexuales para sus detractores. En tanto, más temprano, quien sorprendió fue el ministro Sturzenegger, una de las más importantes figuras de la gestión económica libertaria – y dejó títulos, cuanto menos, igual de rimbombantes que los del jefe de Estado.

Nos tenemos que sacar el chip de la cabeza de bajar los impuestos. El pedido del empresariado debe ser que baje el gasto, así baja la carga tributaria. Esto es más sano, más constructivo, y nos ayuda a bajar el costo del empresario”, prometió ante un auditorio repleto de representantes de diversas compañías. Así es: los hombres y mujeres del sector privado estaban oyendo al ideólogo de la “Ley Bases” y del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 ir contra las principales promesas de campaña libertarias.

Pero no todo es nuevo en la versión 2.0 del economista: como resultado de la sanción de la mencionada “Ley Ómnibus” oficialista, Sturzenegger aseguró que enviará la semana próxima una reforma laboral “muy profunda” que, el Gobierno espera, beneficiará holgadamente a los empresarios. “Lo más interesante es un artículo que lleva el sistema de cese, que les va a permitir a ustedes diseñar su propia reforma laboral. Van a poder diseñar la relación laboral en términos de permanencia, despidos, etcétera; y lo van a poder hacer junto a los sindicatos”, adelantó.

La medida traería acarreados cambios en diversos elementos de la relación laboral, entre ellos las indemnizaciones, un tema que, si resultaba delicado en cualquier contexto, hoy se potencia por la crisis económica in crescendo. “Van a poder escindirse del capítulo indemnizatorio de la Ley de Contrato de Trabajo para inventarlo ustedes, en conjunto. Lo que ustedes decidan no va a ser obligatorio para las empresas; el empleador y los trabajadores pueden prescindir si no les conviene. Solo funcionará si es bueno para el trabajador y para el empresario”.