Empujado por críticas provenientes de Gobiernos de las más variadas orientaciones y colores políticos de Latinoamérica y el mundo, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro ordenó retirar de inmediato a sus embajadores y a “todo el personal diplomático” de la Argentina y varios países de la región que cuestionaron los resultados de las elecciones en las que se proclamó ganador anoche por tratarse de gestiones “de derecha, subordinadas a Washington y comprometidas con el fascismo internacional”.

En un furibundo comunicado dado a conocer en la tarde de este lunes, tan solo horas después de que el actual jefe de Estado bolivariano Maduro se informara reelecto tras los comicios de este domingo para un tercer mandato consecutivo, el Gobierno venezolano apuntó en duros términos contra algunos de los principales países que expresaron sus sospechas sobre los resultados anunciados anoche, en una lista que incluye en la misma bolsa a administraciones tan disímiles como la de Javier Milei en la Argentina junto a la de Gabriel Boric en Chile.

“El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, ante este nefasto precedente que atenta contra nuestra soberanía nacional, decide retirar a todo el personal diplomático de las misiones en Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, al tiempo que exige a estos Gobiernos al retiro de manera inmediata de sus representantes en territorio venezolano”, afirmó la gestión de Maduro justo después de que la Casa Rosada oficializara su “desconocimiento y rechazo” a los resultados electorales.

Venezuela denuncia “fascismo internacional” y retira a sus embajadores de Argentina y la región

Junto a ello, la administración chavista refirió la posibilidad de avanzar con “acciones legales y políticas” contra las declaraciones “injerencistas” de “un grupo de Gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional, tratando de reeditar el fracasado y derrotado ‘Grupo de Lima’, que pretenden desconocer los resultados electorales que dieron la victoria a Nicolás Maduro Moros para un nuevo período constitucional”.

En ese marco, la gestión de Maduro describió el hecho como un “nefasto precedente que atenta contra la soberanía nacional” de Venezuela, motivo por el cual avanzó en una retirada masiva de funcionarios diplomáticos que opera, en la práctica, como un principio de quiebre de relaciones con sus pares de la región; al tiempo que el Poder Ejecutivo Nacional “se reserva todas las acciones legales y políticas para hacer respetar, preservar y defender el derecho inalienable a la autodeterminación” de su pueblo.

El Gobierno Bolivariano enfrentará todas las acciones que atenten contra el clima de paz y la convivencia que tantos esfuerzos han demandado del pueblo venezolano, por lo cual somos contrarios a todos los pronunciamientos injerencistas y de asedio con los que, en forma reiterada, se intenta desconocer la voluntad del pueblo venezolano”, concluyó el comunicado oficial divulgado desde Caracas esta tarde, mientras las calles de la capital se colman de disturbios entre manifestantes opositores y las fuerzas de seguridad nacionales.