Este sábado 8 de febrero iba a ser el primer acto de campaña del kicillofismo en la ciudad de Mar del Plata. Sin embargo, este viernes, el ministro de Gobierno, Carlos Bianco, informó a través de sus redes sociales que la actividad se había suspendido.

El funcionario no brindó explicaciones sobre los motivos que llevaron a la decisión, pero aseguró que el acto con intendentes sería reprogramado aunque aún no definieron una nueva fecha.

X de Carli Bianco

La suspensión de la actividad se da en medio de una fuerte conmoción en Mar del Plata por un caso de gatillo fácil que tiene a la Policía Bonaerense como protagonista. El jueves a la madrugada cinco efectivos de la fuerza provincial balearon y asesinaron a un joven albañil de 26 años, Matías Paredes, cuando volvía a su casa con amigos después de haber ido a la presentación de la nueva camiseta de fútbol del club Alvarado.

En ese contexto y con la Bonaerense en la mira, Kicillof decidió suspender el acto político que pretendía ser una demostración de fuerza hacia el interior del propio PJ.

En medio de la interna que sacude a Unión por la Patria, la actividad con intendentes en la explanada del Museo del Mar de la ciudad costera tenía por objetivo mostrar el peso político y el respaldo del kicillofismo.

Sin embargo, la conmoción generada por el asesinato de Paredes se suma a una escalada de hechos con los que el Gobierno nacional y la oposición provincial buscan atacar al gobernador instalando en la agenda el tema de la inseguridad. Más allá de que desde el Gobierno provincial y el propio Kicillof difundieran en las últimas horas estadísticas que muestran el descenso en distintos delitos y casos de inseguridad, lo cierto es que el contexto no era el mejor para que el gobernador realizara un acto político en la ciudad el día de mañana.

Además, otro factor cruza la suspensión del evento. Con la aprobación en Diputados ayer de la suspensión de las PASO, las primarias quedaron a sólo una instancia de ser historia, al menos en este 2025. Posiblemente el Senado avance la semana que viene con esa definición, lo cual cambiaría radicalmente la situación política en la provincia.

La PBA está atada a las PASO nacionales por ley, es decir, si hay primarias en el país la provincia debe realizar los comicios ese mismo día. Pero si efectivamente las PASO se suspenden este año, Kicillof quedará con las manos libres para reprogramar el cronograma electoral bonaerense, un aspecto en el que la decisión que tome marcará el grado de autonomía que decida tener frente a sus socios dentro del peronismo.

Mientras que desde el cristinismo plantean fervorosamente que sería un error desdoblar las elecciones bonaerenses, porque la oposición aprovecharía para machacar con casos como el de Matías Paredes y también porque se perdería la oportunidad de nacionalizar la discusión en una clave Milei-anti Milei, el grueso de quienes apoyan a Kicillof en su aventura emancipatoria pujan un desdoblamiento.

Particularmente decenas de intendentes bonaerenses, que se verían librados así de la presión de La Cámpora a la hora de la conformación de las listas locales. El argumento desde ese lado es que, si efectivamente la elección bonaerense se nacionaliza, se corre el riesgo en los territorios de que La Libertad Avanza ingrese a muchos Concejos Deliberantes, Consejos Escolares, Legislaturas, etc.

Con la discusión interna como trasfondo, Kicillof se juega una parada importante en la decisión de desdoblar o no. El gobernador ya dijo que la elección está desdoblada de facto debido a la boleta única de papel que se utilizará para los cargos nacionales, diferente a la clásica que se mantendrá para los cargos provinciales y locales. En ese esquema, la eventual suspensión de las PASO es el último eslabón que Kicillof necesita para poder argumentar que el desdoblamiento es la decisión más lógica.

Con el paso que dió ayer el Congreso en esa dirección, y la posible confirmación la semana que viene, el acto de mañana en Mar del Plata quedaba un tanto incómodo ya mitad de camino porque Kicillof no iba a poder avanzar a fondo en este tema, corriendo el riesgo de generar un gran despliegue para no terminar dejando definiciones concretas. Ésto, sumado al clima caliente en la ciudad por el crimen de Paredes, llevó a la cúpula kicillofista a reprogramar el evento.