El mercado laboral bonaerense se encuentra en alerta: el primer trimestre de 2024 cerró con indicadores amenazantes en las categorías de empleo, actividad y desocupación, que arrojaron tendencias regresivas por primera vez desde 2020. En este marco, el principal foco de atención pasa por el desempleo, que vuelve a representar un peligro como lo hizo en tiempos de pandemia y afecta especialmente a las mujeres jóvenes, informó la Provincia en un informe elaborado por el ministerio de Economía local.

El estudio de Brechas de género laborales y de ingresos correspondiente a los primeros tres meses del año en curso devela un panorama cuanto menos complicado en Buenos Aires, que no es la excepción al ajuste económico y la licuación instrumentadas por el Gobierno Nacional. Los datos son representativos: las tasas básicas del mercado laboral de la Provincia revirtieron su tendencia expansiva y registraron un “retroceso conjunto de las tasas de actividad, empleo y desocupación” que no se veía desde 2020.

“Las tasas de actividad y empleo cayeron en las comparaciones trimestral e interanual, y abandonaron los máximos históricos que habían alcanzado en el último trimestre de 2023”, expresó el ministerio de Economía bonaerense que dirige Pablo López. En particular, la tasa de actividad cerró en un 60,8%, un 0,4% por detrás de la medición del mismo período del año pasado; la tasa de empleo cayó un 1,3%, por lo que se asentó en un 55% redondo; y, finalmente, la desocupación creció un 1,5% y alcanzó un 9,5% en la Provincia.

Junto a ello, el informe de la Provincia evidenció un preocupante escenario vinculado a la desigualdad de género: en el mercado bonaerense las mujeres jóvenes sufrieron una caída del 2,9% en la tasa de actividad y de un 4% en la de empleo, mientras que el desempleo aumentó otro 4% y llegó al 23,2% total. Las estadísticas prueban la inmensa brecha de género y convierten al grupo social en el más afectado por la crisis en el mundo del trabajo en la Provincia.