Si hay una figura que genera expectativas en el peronismo bonaerense, esa es sin duda Cristina Fernández de Kirchner. Su decisión sobre si participará o no de la contienda electoral hace que los dirigentes, sobretodo los intendentes, esperen para tomar deciciones, en un escenario que tiene varias posibilidades y que está en constante movimiento. Esta tarde, la ex Presidenta recibirá a varios jefes comunales cercanos al kirchnerismo y se esperan definiciones entre los intendentes del Grupo Esmeralda y algunos del Fénix.

Quienes dirán presente en el Instituto Patria- búnker político de la ex mandataria en sus estadías en Capital Federal-, serán Verónica Magario, Walter Festa, Mario Secco, Jorge Ferraresi, Francisco "Paco" Durañona, Patricio Mussi, y Juan Ignacio Ustarroz. A la vez que se aguarda la presencia de los intendentes del Grupo Esmeralda comandados por el lomense Martín Insaurralde (su padre falleció recientemente) y algunos miembros del denominado Fénix, como el de Merlo, Gustavo Menéndez y el de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, que apoyan una candidatura de CFK aunque están a la expectativa si la decisión final de la ex mandataria es no presentarse.

Todos le reclaman definiciones y esta tarde podría haberlas. En el conurbano el peso de CFK es muy fuerte, por lo que los intendentes no pueden arrojarse al vacío y apoyar a otro candidato- como Florencio Randazzo- sin antes escuchar la confirmación de "La Jefa".

¿Qué hará CFK? Esa es la pregunta que ronda en la cabeza de todo el peronismo y las hipótesis son varias. Randazzo sabe que no le queda otra opción que jugar, luego de permanecer en las sombras desde aquella tarde en que le confirmaron que la fórmula Scioli- Zannini tenía la bendición de Cristina. El "Flaco" parece acorralar a la ex Presidenta que deberá tomar una decisión a poco tiempo de cerrar las listas.

Si CFK participa nadie duda que gana, no solo las internas sino las generales. El apoyo, sobretodo en el conurbano sigue intacto y las encuestas le dan ventaja sobre el resto de los candidatos. Pero ganar sería permanecer dos años en actividad parlamentaria, lo que le impediría permanecer en el escenario desde afuera y lo que le otorgaría quizás demasiada exposición mediática en el Congreso de la Nación. Además, muchos señalan que "perdería mística" y se desgastaría su figura hacia las elecciones de 2019, donde todo parece indicar que llegaría sin problemas como favorita por el peronismo.

Lo que se daría por seguro en este caso es un masivo apoyo de los intendentes que esperan definiciones, y le otorgaría una unidad al peronismo que difícilmente pueda lograrse con otros candidatos.

Si no participa deberá dar una señal para ordenar al peronismo y designar sus favoritos. En este escenario sólo Verónica Magario, Martín Insaurralde y Daniel Scioli parecen tener ciertas chances de ser candidatos. Pero habrá muchos que no acompañarían una candidatura de Scioli y la intendenta de La Matanza parece tener la llave para lograr apoyos. Su imponente peso territorial, su personalidad abierta hacia los diferentes sectores y sus críticas a la gestión de Cambiemos lograría cierto nivel de acompañamiento entre los intendentes "díscolos".

Este escenario le abriría una esperanza a Randazzo, que todo parece indicar que no tiene chances frente a su ex jefa política. Quizás, el ex Ministro sume algún apoyo más sin Cristina en la contienda electoral, aunque su mira no está tan puesta en ganar estas elecciones como sí lo está en el sector más afín a CFK. Randazzo tiene menos que perder es estas elecciones y una derrota le daría la escusa para abrirse y comenzar un nuevo armado político con intenciones electorales más fuertes en 2019.

Una tercera posibilidad asoma con menor fuerza. El armado de una lista de unidad sin Cristina que incluya a Magario y a Randazzo alcanzaría para lograr la tan anunnciada "unidad", pero en este juego los egos son muy grandes y nadie quiere ceder.