Alta suciedad: la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) suspendió la licitación de las grúas de acarreo tras una mañana roñosa en el distrito porteño, que amaneció con sus depósitos rebosantes de basura debido a la medida de fuerza impulsada por el gremio de Camioneros que conducen los dirigentes sindicales Pablo y Hugo Moyano. La decisión adoptada por el jefe de Gobierno Jorge Macri redobla la apuesta sobre la dupla gremial, que buscaba quedarse con un contrato de 360 millones de dólares en territorio capitalino.

Una intrincada disputa entre el poder político y sindical tiene en vilo a los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires, donde el sistema de recolección funcionó en la madrugada de este lunes a un 35% de su capacidad total debido a una reducción del servicio a “trabajo a reglamento” por parte del gremio de Camioneros. Detrás del conflicto, que hacia afuera objeta cuestiones como las condiciones laborales y económicas de los trabajadores, opera una puja mucho más pesada que involucra un cuantioso negocio para el mejor postor.

Es que, de acuerdo con trascendidos mediáticos, el sindicato de Camioneros se encontraría ligado a una empresa de grúas de acarreo beneficiada con la preadjudicación de una licitación llevada adelante por CABA en el ocaso de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. La contratación, si bien no había quedado fija aún, significaría un notable negocio para la compañía tanto por la enorme erogación económica como por la extensión del arreglo, que se prolongaría por una década. Sin embargo, el macrismo dio por tierra con la operación.

Basura en CABA: Jorge Macri suspendió la licitación y redobla la apuesta contra los Moyano

La decisión de dar de baja la preadjudicación se tomó ya que resultaba muy onerosa para la Ciudad y la ataba a ese contrato durante los próximos diez años. Esa preadjudicación implicaba una erogación de las arcas públicas de 360 millones de dólares. Además, se estipulaba un anticipo de 8 millones de dólares para las empresas y obligaba al Gobierno a pagar el costo de operación aunque no existieran acarreos”, expresó el distrito capitalino en un comunicado firmado el lunes por Jorge Macri, quien propulsó sus declaraciones al respecto durante la jornada.

“A nosotros nos quedó una preadjudicación del acarreo en la Ciudad que cuanto menos amerita ser revisada, carísima. La Ciudad no tiene posibilidad de sostener ese contrato, para mí es escandaloso. No tenemos ningún problema con el gremio de la recolección, con lo cual si se hace mal culpamos a las empresas. Sí hay un tema con la licitación de grúas de acarreos: Camioneros aprieta donde cree que duele”, manifestó el alcalde porteño para explicar el trasfondo de la medida adoptada por la Ciudad.

Los Moyano basaban su argumento en el “mal estado de los camiones de recolección” y, fundamentalmente, en el “intento del Gobierno de CABA de querer estatizar los 300 choferes de grúas”. Jorge Macri se despegó de la acusación: “Les dijimos que garantizábamos el trabajo a los 350 camioneros, entonces no se entiende si defienden a las empresas porque nosotros dimos garantía de estabilidad a los trabajadores”. Desde el distrito porteño sostienen que los puestos laborales en cuestión no corren peligro.