En una polémica medida que despertó fuertes repercusiones en el arco político y la opinión pública, el Gobierno Nacional de Javier Milei anunció que los hospitales y las universidades nacionales podrán cobrarle a los extranjeros no residentes en territorio argentino. De este modo, afirmó la Casa Rosada, se acabará “la gratuidad médica para extranjeros” en el caso de la salud pública, mientras que en la educación pública se le podrá requerir “aranceles” a los estudiantes que no sean locales.

Las medidas fueron confirmadas por el vocero presidencial Manuel Adorni, quien esta tarde anunció en conferencia de prensa que “se va a imponer que las universidades nacionales puedan cobrar aranceles a los estudiantes extranjeros no residentes”. Según argumentó, la iniciativa “va a representar una fuente de financiamiento para las casas de estudio” públicas, si bien las cifras de alumnos extranjeros no residentes son proporcionalmente bajas dentro de la base total de estudiantes universitarios.

En tanto, con respecto al sistema de salud, el portavoz informó: “En segundo lugar, vamos a disponer en este cambio en el régimen migratorio el fin de la gratuidad de la atención médica para extranjeros tal cual como la conocemos hasta ahora. Los organismos nacionales, provinciales y municipales competentes en materia de salud van a determinar las condiciones de acceso al sistema incluyendo la posibilidad de cobrar el servicio a los extranjeros que no residan en el país”.

De este modo, ratificó el Gobierno, se podrá “cobrar aranceles a los estudiantes extranjeros no residentes” y se acabará la “gratuidad médica para extranjeros tal como se la conoce hasta ahora”. Por su parte, esta tarde la Provincia de Buenos Aires se desmarcó de las medidas de Nación y aseguró que tanto la educación superior como la salud continuarán siendo públicas, y advirtió que las medidas no fueron consultadas con los demás distritos del país: “Solo buscan provocar y generar odio”.