Fracaso de Milei: La inflación se descontrola con un 3,7% en marzo
El INDEC anunció que el IPC subió 3,7% el último mes, casi un punto y medio por encima de la medición precedente. El rubro de Educación lideró la suba con un salto astronómico del 21,6%.
Se acabó la paz: justo cuando el Gobierno de Javier Milei se prepara para sellar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que podría acarrear un fuerte ajuste público y una posible devaluación, la inflación se despertó y creció un 3,7% en marzo. La suba fue encabezada por un gigantesco salto de más de 20 puntos porcentuales en Educación y significó la medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) más alta del último semestre. La economía se descontrola.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) anunció esta tarde que la inflación aumentó un 3,7% en marzo, con lo que acumula un alza del 55,9% interanual y un 8,6% acumulado en los tres primeros meses de 2025. El dato supera ampliamente las proyecciones de la mayoría de consultoras en la previa de este viernes y enciende las alarmas en la gestión del ministro Luis Caputo, que prepara una conferencia de prensa urgente tras el fuerte cimbronazo y de cara a la firma del acuerdo con el FMI.
Por lo demás, el elevado incremento fue liderado por el aumento en el rubro de Educación, que subió un 21,6% en un solo mes -más de cinco veces el IPC promedio nacional- a raíz del inicio del ciclo lectivo. La disparada en el rubro resulta realmente impactante, pero no debe eclipsar los saltos en Alimentos y bebidas no alcohólicas (5,9%), una de las categorías más importantes de la economía; Prendas de vestir y calzado (4,6%), por el inicio de la nueva temporada; y Restaurantes y hoteles (3,9%).
Cabe destacar que el dato de inflación de marzo es el más alto desde agosto del año pasado y se trata, además, de la tercera suba al hilo del IPC, que ya dejó su fase de desaceleración y muestra una marcada tendencia alcista. La suba generalizada de precios repercute además en el costo de vida, que hoy redundó en un incremento sideral de la Canasta Básica, y podría empeorar con la pérdida de poder adquisitivo traída por la posible devaluación en carpeta al sellarse el préstamo del FMI.